La hegemonía tradicional del PSOE se ha tambaleado y el bastión socialista que nunca había dejado de estar teñido de rojo en el mapa español, ahora se ha transformado en gris tras conseguir el PP un nuevo diputado (el que ha perdido Ciudadanos) y empatar a cuatro con los socialistas.
Además del PP, quien ha conseguido ganar un escaño es Unidos Podemos, a costa del PSOE, porque lo que no ha conseguido la coalición es movilizar al electorado de IU. En la capital se mantiene el mismo equilibrio de fuerzas, con un PP en ascenso (frente al descenso de Ciudadanos) y un PSOE que aguanta con pocas pérdidas, mientras Unidos Podemos tampoco consigue sumar el respaldo que, por separado, le dieron los sevillanos a Podemos por un lado y a IU por otro. El sorpasso tampoco ha llegado, como en el resto del país, aunque sí se ha consolidado el apoyo a la formación morada.
Lo cierto es que el descenso de la participación, que se auguraba muy alta con los primeros datos de la jornada, ha terminado castigando a los partidos de izquierda y beneficiando al PP.
Finalmente, en la provincia la tasa de participación se ha quedado en el 69,5%, un 2,68% menos que en las elecciones del 20 de diciembre, mientras que en la capital hispalense, la participación ha sido algo superior, un 71,06%, pero alejada del 73,99%, lo que significa que en esta ocasión se han quedado en casa o se han ido a la playa sin votar un 2,93%.
Suma y baja
Lo cierto es que en la provincia, quien ha ganado votos en este escenario de más baja participación ha sido el PP (28,75% en total), sumando (al 97,3% escrutado) 13.000 votos más, mientras los socialistas (33,96%) perdían más de 30.000, aunque haya sido el partido más votado e incluso suba unas décimas con respecto a los comicios de 2015.
La pérdida de apoyos ha sido también significativa en Ciudadanos (13,29%), con unos 9.000 votos menos, que le han costado el segundo escaño, mientras Podemos no ha conseguido arañar ni mil votos más, consiguiendo un 1,77% más de apoyo (20,82%) que en diciembre a pesar de que IU registró entonces un 5,7% de apoyos.
Eso sí, el Pacma se ha consolidado como quita fuerza política, con casi 13.000 votos y un porcentaje del 1,29%, mientras partidos como UPyD se han quedado relegados a un 0,27%, algo más que VOX, con sólo un 0.20%.
En la capital
La capital no ha sido muy diferente en cuanto al comportamiento del electorado. El PP ha asentado su respaldo, con un 33,64% de apoyo y más de cinco mil votos más, mientras el PSOE perdía casi un punto (28,32%) y casi tres mil votos, aunque también perdía Ciudadanos (13,67%), que ha perdido casi cuatro mil votantes en menos de seis meses en la capital.
Caso curioso en la ciudad ha sido el de Unidos Podemos, que con un 21,10% se asienta como tercera fuerza política pero consigue incluso menos votos que en diciembre, algo menos de dos mil votos, y eso que IU consiguió 19.000 votos en las últimas elecciones.
En Sevilla capital, al igual que en otras áreas de la provincia, no se ha producido un traspaso real de apoyos de IU a Unidos Podemos, de forma que en localidades como Utrera ha ocurrido lo mismo que en la capital y la confluencia ha sacado menos votos que Podemos e IU por separado, y en otros apenas si se ha notado esa coalición, que no ha sumado, como es el caso de Écija, Alcalá de Guadaíra y La Rinconada. En Los Palacios, sí ha habido parte de ese trasvase y Podemos ha conseguido un 20,6%, aunque no se acercaba al 27% de la suma conseguida en 2015.
El caso opuesto es el de Marinaleda, feudo de Juan Manuel Sánchez Gordillo, y en el que Unidos Podemos ha conseguido el 70% de los votos. El 20D Podemos ganó los comicios con 653 votos (37,44%) con IU en segundo lugar con 568 sufragios (32,57%).
Avance del PP
El avance del PP en la provincia se ha notado no sólo en la capital sino también en grandes poblaciones, en las que ha recuperado la hegemonía frente a los socialistas, como es el caso de Écija y de Mairena, aunque en la mayoría se ha registrado un descenso del PSOE y de Ciudadanos y un ascenso del PP.
Sí se mantienen inamovibles como bastiones del PSOE dos de las grandes ciudades, Dos Hermanas, en la que incluso sube el apoyo al PSOE y Unidos Podemos pasa a ser segunda fuerza, y en Alcalá de Guadaíra, feudo de Antonio Gutiérrez Limones, aunque en esta localidad sí que el PP ha registrado un ascenso.
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