La Fiscalía de Sevilla ha solicitado 12 años de cárcel para un hombre con múltiples antecedentes acusado de dos atracos en menos de un año en los que se hizo con un botín de 25 euros tras golpear y amenazar con un cuchillo de "grandes" dimensiones a dos mujeres, una de ellas la propietaria de una panadería, en la localidad de San Juan de Aznalfarache.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público pide para el imputado, Rafael C.T., diez años de prisión por dos delitos de robo con violencia e intimidación y uso de arma y otros dos años de cárcel por un delito de lesiones, así como el pago de una multa de 240 euros por una falta de lesiones.
Asimismo, la Fiscalía solicita que el acusado, de 59 años de edad y con varias condenas previas por robos y lesiones, indemnice con 12.377 euros a las víctimas, todo ello en un caso en el que ha ejercido la acusación el abogado Ángel Bordas en nombre del Partido por la Libertad con las Manos Limpias.
El Ministerio Público relata que el primero de los atracos tuvo lugar sobre las 8,00 horas del 29 de diciembre de 2013, cuando el acusado entró en una panadería del municipio y, tras esgrimir un cuchillo "de grandes dimensiones" contra la propietaria del comercio, se apoderó de 25 euros que había en la caja registradora, según el escrito de acusación consultado por Europa Press.
Tras ello, y "ante la oposición" de la víctima, le propinó "un violento empujón" que le hizo caer al suelo, emprendiendo a continuación la huida. La propietaria de la panadería, como consecuencia del golpe y la caída, sufrió una herida de la que tardó en curar 102 días, quedándole como secuelas una limitación funcional de la muñeca, trastorno por estrés traumático y leve deformidad en dicha muñeca.
Asimismo, sobre las 7,30 horas del 9 de agosto de 2014 y en la calle Castilla de la localidad, el imputado abordó a una mujer y la empujó contra la pared, tras lo que, esgrimiendo un cuchillo de "regulares" dimensiones, le ocasionó un corte en el labio inferior y se apoderó de su bolso, que contenía un teléfono móvil valorado en 90 euros.
El bolso fue recuperado, pero no así su contenido, sostiene el fiscal en su escrito de acusación elevado al Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla.
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