Este martes ha sido un día histórico para los vecinos de la barriada de Lionel Carvallo, en Nervión, ya que, después de 50 años dependiendo de una entidad propietaria privada y al margen de cualquier actuación del Ayuntamiento, regresan al amparo municipal.
El Consistorio hispalense recepcionó ayer la zona (4.044 metros cuadrados ubicados entre la Avenida de Eduardo Dato y la Gran Plaza y de titularidad municipal hasta 1963 cuando fue vendida en subasta pública a la constructora inmobiliaria Coibesa para el desarrollo de 3.000 viviendas y 70 locales comerciales), tras aprobar la Junta de Gobierno del Ayuntamiento la cesión unilateral de la barriada, terminando con medio siglo de titularidad privada, que hasta ahora había impedido cualquier actuación de mantenimiento.
Con esta nueva situación, los cerca de 2.000 vecinos que habitan en este núcleo residencial acaban con el “limbo legal” en el que se encontraban. Los problemas a los que antes se enfrentaban como la limpieza, conservación, arreglos y gastos para mantener el residencial “privado” (perteneciente hasta la fecha a la empresa Aparcamientos Rochelambert S.L.) y que financiaban con sus propios bolsillos por las deudas de la entidad, ya son historia.
“Es un compromiso que hemos cumplido, una gestión realizada a lo largo de los últimos años para que hoy se constituya como propiedad de los vecinos. Sólo queda la inscripción en el registro de la propiedad”, señaló ayer el alcalde, Juan Ignacio Zoido, tras recordar durante su visita a la zona que ésta era una promesa que los vecinos esperaban desde 2006, apuntando al exgerente de Urbanismo, Manuel Marchena.
Primer intento en 2006
La titularidad privada de la barriada de Lionel Carvallo estaba suscrita a un convenio que en el que se recogía que si existía incumplimiento, como en el volumen de volumetría, algo que sí se produjo, todas las zonas verdes, viario y espacios intersticiales pasaban a ser públicos, “algo que en los años 60 no reclamó el Ayuntamiento”, según explicó ayer el coordinador de la Red Ciudadana de Sevilla, Ángel León.
La empresa Aparcamientos Rochelambert pretendió una cesión al Ayuntamiento en 2006 debido a deudas por más de 180.000 euros y el IBI sin pagar, pero esta cesión al no se pudo formalizar al tener la entidad cargas. Ahora, según León, se ha producido “un embargo”, según la literalidad del acuerdo.
Este embargo permitirá, entre otras acciones por parte del Consistorio, que se redacte un nuevo proyecto para la conexión entre las diversaz zonas de la barriada para que se puedan utilizar los servicios públicos, y se analizará que hacer con los 250 metros del denominado Pasaje de la Gran Plaza.
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