Jesús García · Sevilla se echó a la calle en el Vía Crucis de las cofradías, presidido por el Señor de la Humildad y Paciencia de la hermandad de la Cena, a pesar de ser lunes, día laboral, día que se ubicó por no haber ningun culto.
El cortejo salía de Los Terceros a eso de las seis de la tarde hasta las doce de la noche, donde hay que destacar la gran multitud que acompañó a este Cristo durante todo el recorrido, Vía Crucis que ha sido el que más afluencia de público, a aglutinado de los que se recuerdan.
En el devenir de los años de esta imagen, siempre a estado a la sombra del misterio de la Cena y de la exquisitez de la Virgen del Subterráneo. Ayer fue un día en el que los sevillanos descubrieron al portentozo Señor de la Humildad y Paciencia.
El rezo de las estaciones del Vía Crucis fue presidido por el obispo auxiliar, monseñor Santiago Gómez Sierra, donde invitó a tener más recogimiento y a dejar los móviles delante de los pasos. Ante el paso de Cristo y la Virgen, el cristiano se santigua y reza.
Todo fue cuidado al detalle, y ningún detalle quedo atrás, la visita al convento de Santa Ángela, antigua plaza del pan, la visita a la patrona de Sevilla, el rezo del Vía Crucis, el regreso por el barrio de Santa Cruz o la entrada por el compás de los Terceros.
Fotografías: Jesús García
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