El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha anunciado que llevará al próximo pleno municipal una moción para la puesta en marcha de una campaña de empadronamiento, puerta a puerta para poner en valor esta figura y con la distribución de una carta de servicios públicos a los que se puede acceder. Además, con el objetivo de frenar la caída de población en la capital, propone crear una tarjeta única para los empadronados que integre todos los servicios existentes, desde el pago en Tussam hasta la entrada a un teatro o museo, así como ofertas en comercios, usándolo como instrumento para la "reactivación" de determinadas zonas, una tarjeta personalizada con "múltiples ventajas".
En su moción plenaria, Espadas recoge la necesidad de impulsar un plan de vivienda pública a precios asequibles, con especial importancia del alquiler y las ayudas a la rehabilitación; además del establecimiento de bonificaciones específicas para los empadronados en determinados servicios. También, apuesta por un servicio de atención al inmigrante, con asesoramiento jurídico, laboral, un servicio de traducción y la centralización de los servicios municipales para este colectivo.
Junto al secretario general de Juventudes Socialistas de Sevilla, Agustín Cañete, Espadas ha explicado que es necesario parar la caída de población en la ciudad, ya que con el descenso existente se recibirán menos recursos. "No podemos permitirnos perder ni un euro ni seguir estancados con este gobierno de la derecha que sin duda hay que cambiar", insiste, señalando que hay gente que no está empadronada porque "no lo considera importante", algo que "hay que cambiar".
Según Espadas, "se han perdido 700.000 habitantes, pero esto no es destino divino, sino que durante cuatro años Zoido se ha cruzado de brazos y no ha tomado decisiones para compensar esas pérdidas". Así, recuerda que el gobierno de Zoido lo calificó de "alarmista hace un año cuando se avisó de la caída de población, llevando una propuesta de actuación al pleno, pero ahora se comprueban los datos"
Recuerda que Zoido en 2008, cuando estaba en la oposición y comenzaba a descender la cifra de población, se llevó "las manos en la cabeza acusando al entonces alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, de ser el responsable ante una ciudad estancada, sin políticas de vivienda, que no era atractiva de cara al empleo para jóvenes, no podía atraer inversiones y por eso había que cambiar el gobierno". Unas declaraciones ante las que Espadas insta a Zoido, ahora alcalde, a que tome nota, matizando que entonces Monteseirín "sí puso en amrcha medidas y no perdió los 700.000 habitantes".
De este modo, Espadas aboga por planes de vivienda para fijar población y que se empadronen los jóvenes; fijar incentivos a los empadronados, "como hace Zaragoza, donde una persona con tarjeta de Tussam tiene ventajas en otros servicios públicos o culturales"; así como atender a los inmigrantes para actualizar sus situaciones, una "carencia" actual. Al hilo de esto, señala que en su momento hubo una oficina de empadronamiento específica para información de estas personas, frente a lo que "Zoido no hace nada de lo que dijo en esta materia".
Por último, insiste en que el Ayuntamiento podía haber apoyado el plan de choque de la Junta de Andalucía, que creará 1.000 empleos para los jóvenes, por medio de la realización de "un plan complementario para contratar más personas o por más tiempo".
Por su parte, Cañete ha reclamado "incentivos para seguir viviendo en la ciudad, oportunidades de vida para vivir en las calles y en las plazas y medidas en vivienda y empleo", elementos que califica como "pilares de la juventud que son buscados cuando se emancipan, pero ante los que Sevilla no es capaz de dar esas respuestas".
"Hemos visto como en los últimos años Zoido no ha ejecutado ni una sola de las medidas en materia de juventud, dando la espalda a los jóvenes, por lo que los jóvenes cuando se quieren emancipar eligen otros destinos para hacer su vida", recalca.
En este sentido, subraya que "el talento y los jóvenes de la ciudad se ven obligadas a emigrar, mientras que las urbes homólogas o del entorno metropolitano sí han tomado medidas para que se queden".
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