Sevilla

Adepa asegura que no acepta la "confidencialidad" en la rehabilitación de las Atarazanas

La asociación conservacionista reclama información a Cultura y Caixa sobre los trabajos y si se ha modificado el proyecto original

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  • Joaquín Egea rodeado de los arquitectos y técnicos. -
  • Esperan recuperar la colaboración anterior con la “denuncia pública” y temen una “modificación sustancial” por causas de fuerza mayor
  • Insisten en rechazar la idea de “plaza mayor” que quiso introducir Vázquez Consuegra en el primer proyecto, el del Caixaforum
  • Cifran en 1,7 millones de euros los daños ocasionados en el Hospital de la Caridad, que piden que asuman tanto Cultura como Caixa

La asociación conservacionista Adepa ha rechazado de forma contundente la “confidencialidad” con la que se está llevando a cabo el proyecto de recuperación de las Reales Atarazanas de Sevilla y solicitará información a la Consejería de Cultura y a la Gerencia de Urbanismo sobre las actuaciones que está llevando a cabo La Caixa en el monumento, ya que temen que se esté realizando una “modificación sustancial” del proyecto original, avalado además por un juez, y temen encontrarse con “hechos consumados” justificados en elementos de “fuerza mayor”.

El presidente de Adepa, Joaquín Egea, se ha rodeado de expertos patrimonialistas como José García Tapial, José María Cabezas, Fernando Díaz del Olmo y Fernando Fernández, para denunciar públicamente la “actitud despreciativa” que están teniendo la Consejería de Cultura, La Caixa y la dirección de obras del proyecto, que ejecuta el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, con la entidad a pesar de que, por acuerdo judicial, debe haber una comisión de seguimiento en la que se expliquen todos los pasos del proyecto y no se ha reunido desde julio, ni se ha informado a pesar de los requerimientos de información.

“Nunca más aceptaremos que sea confidencial”, aseguraba contundente Egea tras denunciar que todos los informes que han conocidos nunca han estado firmados y hasta les han asegurado que, si se hacían públicos, “los negarían”, un extremo que entienden ilógico cuando el monumento, además de ser público, es un Bien de Interés Cultural y el proyecto lo sustentan fondos públicos, aunque quien lo desarrolle sean entidades privadas, como son La Caixa y Fundación Cajasol.

La asociación entiende que las novedades sobre la profundidad de las naves 6 y 7 que se tenían que excavar a su cota original condicionan todo el proyecto, de forma que requerirá como mínimo un “reformado del proyecto”, que van a reclamar a todos los implicados, especialmente la Gerencia de Urbanismo, que otorga la licencia, y la Comisión de Patrimonio, que tendría que visarlo. Además, la afección al Hospital de la Caridad debe ser aclarada con informes técnicos, al igual que los aspectos que afectan a la capa freática.

Nos tenemos que se esté gestando una modificación sustancial del proyecto”, escudándose en elementos “de fuerza mayor” para no escavar como estaba planteado en el proyecto redactado y que “después nos encontremos con los hechos consumados”, aseguran desde Adepa, que insisten en que el concepto de “plaza mayor” ya fue prohibido por sentencia del Supremo y por Patrimonio, por lo que esperan que no se vuelva al debate del antiguo proyecto del Caixaforum del arquitecto Vázquez Consuegra.

Desde la Consejería de Cultura han asegurado que mantendrá las reuniones periódicas con Adepa, en las que se informa "de todo lo que sea de nuestra competencia", mientras que La Caixa ha declinado hacer declaraciones alegando que la Junta es la portavoz en este proyecto.

La información solicitada

Adepa requiere información sobre cuál es el nivel original de las Atarazanas tras el informe técnico pero “confidencial” que establece que la nave 7, la que se iba a escavar 4,9 metros, tiene una cota a 2,4 metros junto a la barbacana, lo que condicionaría el proyecto en sí. Para los conservacionistas, sería necesario realizar sondeos puntuales “sin un gran gasto” horizontales y trasversales para determinar si hay pendiente, como es habitual en los astilleros medievales.

La asociación considera que esta situación requeriría “un nuevo proyecto o un modificado del proyecto original” y entiende que es “inevitable” que exista ya ese documento. “Como técnico, no me creo que se esté haciendo el proyecto original, ya tiene que existir un plano nuevo”, decía José María Cabezas.

Por tal motivo, solicitarán tanto a la Gerencia de Urbanismo como a la Consejería de Cultura información sobre la existencia o no de ese nuevo documento, licencia o modificado del proyecto, ya que entienden que “no pueden estar haciéndolo sobre la marchar” sin comunicárselo a ambos departamentos.

También cuestionan sobre el verdadero nivel freático de las Atarazanas, puesto que se les ha comunicado que está “a menor nivel de profundidad”, lo que también obligaría al reformado del proyecto, instando a explicar si tiene que ver con filtraciones del alcantarillado o no, poniendo en duda que el colector “de hace tres siglos” pase por las Atarazanas, aunque sí lo hace por el Hospital de la Caridad.

Los daños a este último monumento es otro de los interrogantes del proyecto y que los informes técnicos, aunque sólo preliminares, valoran los datos en 1,7 millones de euros, aunque “parecen que son superficiales” y que estarían provocados por la técnica de percusión utilizada en los trabajos en la nave 7. “Que Cultura y Caixa nos digan que se van a hacer responsables de esas obras y que no se repita esa forma de trabajar”, es la exigencia de Adepa al respecto, que recuerda que tampoco hay informe técnico oficial sobre las más de 300 fisuras que han aparecido.

Por último, aseguran estar “perplejos” ante la indefinición de los usos de las Atarazanas, recordando que “no se puede improvisar” un proyecto museístico, porque si hay que hacer una adaptación posterior, “las Atarazanas estarían más tiempo cerradas”, una situación que considera que “ni es serio ni riguroso”.

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