Sanlúcar

Mejoras en la depuradora disminuyen ruidos y consumo de energía

Aqualia instala dos soplantes con una innovadora tecnológica magnética

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  • Soplantes -

La depuración constituye la última fase del ciclo urbano del agua. Sanlúcar dispone de una Estación Depuradora de Agua Residual (E.D.A.R.) llamada ‘Guadalquivir’ a la que van a parar todas las aguas sucias de la ciudad. En esta instalación, que data de 1995, el agua sucia pasa por diversas fases para limpiarse antes de devolverse al medio ambiente.

Una de las fases más importantes de la depuración, tiene lugar en el reactor biológico, una especie de piscina cuadrada que funciona como un estómago, donde viven unos microorganismos que se alimentan de la suciedad del agua transformándola en fango.

Para mantener vivos a estos microorganismos se les dosifica oxígeno, de ahí que en esta piscina haya burbujas. Las máquinas encargadas de inyectar el oxígeno en la balsa, se denominan soplantes.
Recientemente, se han renovado estos equipos instalando dos soplantes de última generación, que se denominan de levitación magnética, siendo su principio de funcionamiento parecido al del tren monorraíl de Japón.

Al tratarse de soplantes que levitan en un campo magnético, se reduce el consumo eléctrico y, lo que es mucho más importante, el ruido generado por la instalación, redundando todo ello en beneficio para la ciudadanía, ya que las anteriores máquinas soplantes ejercían unos mayores niveles de ruido y un mayor consumo eléctrico, siendo claramente estas nuevas más beneficiosas para el medio ambiente.
Esta depuradora es ya una instalación vieja que se ha quedado pequeña para la población y necesita ser sustituida. Aqualia la repara y mantiene, pero esto no es suficiente. El Ayuntamiento lleva muchos años luchando para conseguir una nueva.

 

 

 

 

 

 

 

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