Dani ha vivido muchas experiencias en las 14 temporadas que lleva en el primer equipo del Atlético Sanluqueño. Dos ascensos, un descenso, lesiones, momentos complicados y alegrías. Pero siempre se ha ganado el respeto de la afición, que admira a su ya eterno capitán.
El zaguero de la Ciudad de la Manzanilla no deja de reconocer que “la sensación que he tenido ha sido muy bonita, como la otra vez. Lo que ocurre es que hace cuatro temporadas no pude disputar la eliminatoria decisiva ante el Extremadura por la luxación de codo que sufrí ante el Montuiri en El Palmar. Ante el Cerceda sí lo viví en el terreno de juego”.
Resalta que “el Cerceda no nos lo puso fácil porque ellos tienen sus armas. A balón parado creó bastante peligroso y por eso celebramos el ascenso a la grande. Por eso, porque había que celebrarlo”.
En todo el tiempo que lleva en el Atlético Sanluqueño ha afrontado tres fases de ascenso, logrando dar el salto en dos ocasiones: “Ahora hay que disfrutar, ya pensaré que es lo que haré, si sigo o no pero si continuo no contemplo otra otra opción que afrontar una temporada más en el Atlético Sanluqueño. No me iría fuera de Sanlúcar. Lo que sí tengo claro es que me quité la espina que tenía clavada desde la pasada temporada”.
Del partido disputado en Cerceda asegura que “no vi que estábamos ascendidos con el gol de Alberto Jiménez y que supuso el 0-1 porque temes un posible 1-1 y en la mente puede aparecer lo que ocurrió ante el Levante Atlético. Fue muy bonito verte acompañado de tantas aficionados que se pegaron esa paliza en carretera”.
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