El pasado curso 2014/2015 fue el primero en el que la provincia de Cádiz registró menos casos de agresiones a docentes que otras provincias. En los últimos cinco años, Cádiz ha estado a la cabeza de todas las provincias andaluzas en cuanto a conflictividad escolar, aunque desde hace tres años se viene registrando una bajada de los casos de docentes atendidos por cuestiones de conflictividad. Son las principales conclusiones que se desprenden del informe anual del Defensor del Profesor en Andalucía, una figura promovida por el sindicato de Enseñanza ANPE, que provee además a los docentes de un servicio de asesoría y apoyo para atender casos de conflictividad y agresiones hacia el profesorado. Los casos atendidos por ANPE a través del Defensor del Profesor, han sido, en el último curso, 22 en la provincia de Cádiz y 161 en el conjunto de Andalucía. Una cifra que, si bien no es muy elevada, “es significativa de una pérdida de prestigio y autoridad de los profesores”, señalan desde este sindicato.
El informe del Defensor del Profesor recoge solo los casos que han sido atendidos por ANPE, y no se cuentan aquellos que no denuncian o que expresan la problemática de conflictividad escolar por otras vías (como la judicial directamente u otros sindicatos). Entre esos casos, destaca que el 67 % advertía haber recibido acoso reiterado o amenazas por parte de padres o familiares de los alumnos, que constituyen la principal fuente de problemas con los que se encuentran los docentes a la hora de ejercer su profesión.
La siguiente causa de conflictividad procede del propio alumnado: un 64 % de los casos remitidos a ANPE era por insultos o faltas de respeto. El nivel educativo más conflictivo, según el informe, es educación primaria, de donde procede el 44 % de las quejas, seguido de secundaria, de donde procede el 38 % de las reclamaciones. Educación infantil (9 %) y Formación Profesional (6 %) son los niveles menos conflictivos.
En el pasado curso académico, la provincia de Cádiz fue la tercera, junto a Huelva, en número de casos atendidos por conflictividad escolar, por detrás de Málaga (25) y Sevilla (24). Aunque en el anterior curso, en el 2013/2014, la provincia fue la más conflictiva, siempre según ANPE, pues atendieron 34 casos. Como se aprecia en la evolución de casos del último lustro, la provincia ha estado siempre por encima de los casos de conflictividad del resto de provincias, y alcanzó su máximo en el curso 2010/2011, desde que la figura del Defensor del Profeso rempezó a recoger los datos. En ese curso, se atendieron 64 casos.
Según el informe facilitado por el sindicato ANPE, el 52 % de los docentes que acuden a solicitar asesoría al Defensor del Profesor aportaron informes médicos en los que se describían cuadros de ansiedad. El 25 % de los docentes llegaron a padecer depresión, el 22 % cursó la situación con una baja laboral, y solo en un 1 % de los casos no se aportó informes médicos.
La asesoría que se ha prestado a los docentes ha sido, en el 40 % de los casos, una asesoría de cómo actuar ante un caso de conflictividad y cómo gestionar el problema. En el 21 % se ha llegado a ofrecer asesoramiento jurídico, y en un 15 % apoyo psicológico.
La conflictividad escolar que se advierte en las aulas van desde agresiones verbales e insultos, hasta amenazas y acoso por parte de padres, o bien dificultades serias para poder impartir clase con normalidad. Empiezan a hacerse un hueco las nuevas tecnologías como forma de agresión: un 4 % de los casos de conflictividad con alumnos se debían a grabaciones con el móvil y uso de tecnologías.
Y el resultado de esta situación es que, asegura el informe, solo en el 56 % de los casos, el equipo directivo del centro apoya a los docentes, y en el 41 % reciben el apoyo de la Inspección de Enseñanza.
Los padres, principal problema
El informe de ANPE sobre conflictividad escolar destaca el alto índice de docentes que reciben amenazas y acoso de los padres de los alumnos: un 67% en 2014/15. Además de las denuncias falsas, más frecuentes que los problemas con los propios alumnos
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