Sanlúcar Información contactó con la habitación del Hospital de Barcelona en la que se encuentra ingresado desde hace meses el que fuera entrenador del Atlético Sanluqueño en el último ascenso a la Segunda División B. Nos atiende con la voz una tanto apagada y triste a la vez, emocionado en ocasiones, pero con ganas. Un infarto de corazón estuvo a punto de apartarle de esta vida porque, de hecho, estuvo dos meses en la UCI, hasta que un día abrió los ojos sin saber que es lo que le había ocurrido. Realiza ejercicios físicos y mentales porque “a veces no me acuerdo de algunas cosas”.
El que fuera entrenador verdiblanco resaltó que “poco a poco me voy recuperando y es cuestión de tiempo. Voy todos los días al gimnasio. Me han dicho que debo tomarme las cosas con más tranquilidad porque llegué a estar muerto. Un día abrí los ojos, algo que los médicos no se explican. Tuve la suerte de estar contándolo”.
En un momento de entrevista vuelve a ser ese Pepe Carrete conocido por la afición del Atlético Sanluqueño: “Tengo que echar coj... Me jod... estar así pero no me asusta. Esta situación me ha ayudado para comprobar la cantidad de amigos que tengo. Es increíble, me emociono”.
Asegura que “me acuerdo mucho de Sanlúcar y del Atlético Sanluqueño porque fue un año y medio muy bueno, Dios quiera que me mejore y pueda visitar esta ciudad otra vez. Que ascienda el Atlético Sanluqueño me ayudará en la recuperación. En el periódico leí que ganó 1-2 en Teruel. Me acuerdo mucho de la afición verdiblanca”.
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