El Lunes Santo sanluqueño se cerró con brillantez gracias a la sobriedad y majestuosidad que demostraron las dos hermandades que realizan su estación de penitencia en esta jornada, la de Humildad y Paciencia y la del Soberano Poder.
Era el segundo año que procesionaba la Hermandad del Pusillus Grex, la única de penitencia que está dirigida por una Hermana Mayor, Rocío Campuzano, el Lunes Santo, tras su incorporación a la nómina de hermandades en 2014. Con el aplomo y la seriedad que caracteriza a los hermanos del 'pequeño rebaño', un año más, los nazarenos que acompañan a Jesús del Soberano Poder en su recorrido por las calles del pueblo de Sanlúcar camino de la Parroquia de La O para realizar su estación de penitencia, dejaron constancia de su sobriedad.
Desde la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen inició su recorrido esta hermandad, abriendo la jornada del Lunes Santo, marcada de nuevo por las altas temperaturas aunque con una suave brisa. Se abrieron las puertas del Carmen puntuales, a las 18.30 horas, y los fieles del Soberano Poder se encontraron con él. La Hermandad ha estrenado este año dos ropas de librea. Exornado con claveles color rojo y sobre la peana de mármol sobre la que ya procesionó en su primera estación de penitencia, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder (1996), obra de Juan Antonio González 'Ventura', fue conducida por las calles del centro y el Barrio Alto sanluqueño por Marco Bovillo Amate, capataz de este paso de misterio.
Este año la Hermandad ha cambiado de banda y de estilo musical, optando por la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Sangre (San Benito, Sevilla) en lugar de la Agrupación Musical Virgen de la Oliva (Vejer, Cádiz) que le acompañó el año pasado.
Y aunque fue el 'pequeño rebaño' el que antes inició su recorrido hacia la parroquia de La O, fue la Hermandad de Humildad y Paciencia, la conocida como 'La Cañita', quien primero realizó su estación de penitencia, guardando así el privilegio que mantiene desde 1947.
Decenas de fieles aguardaban en el entorno de la Basílica de la Caridad la salida de 'La Cañita' y de la Virgen de las Lágrimas, la Reina del Barrio Alto. El silencio acompañó durante todo el desfile al señor de La Cañita, obra de Francisco de la Gándara hermosa de Acevedo, de 1605, dirigido por Juan Casado.
La Virgen de las Lágrimas, obra de Manuel Pineda Calderón (1947) restaurada en 1982 por Francisco Morillo Esteban, estuvo dirigida nuevamente por el capataz Félix de los Reyes. Tras el paso del palio sonaron las marchas interpretadas por la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María. Continúa la Hermandad con el bordado del palio, estrenando este año la bambalina trasera. El Señor estrenaba clámide. Ambos estrenos elaborados en los talleres de la Hermandad.
El paso de Humildad y Paciencia por la Cava del Castillo y la subida por la calle descalzas dejó estampas inolvidables para los cofrades sanluqueños en una noche de verano en el que la única dolorosa que procesiona en el Lunes Santo, pudo lucir su candelería, iluminando a su paso a sus fieles.
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