Se abrieron las puertas de San Miguel y comenzó a escribirse un nuevo capítulo en la historia de la Semana Santa de Sanlúcar. Eran las 16.15 de la tarde y el sol, aliado de las cofradías sanluqueñas para esta su Semana Mayor, iluminaba la brillante jornada que horas más tarde completarían las dos hermandades de penitencia del Domingo de Ramos.
Protagonista de este Domingo de Ramos el Barrio Alto de Sanlúcar, epicentro del sentimiento cofrade, que fue testigo ayer del devenir de las Hermandades de la Borriquita y la Oración en el Huerto hacia su estación de penitencia.
La Hermandad de la Entrada en Jerusalén ponía en la calle minutos más tarde el paso de misterio, con su titular, Nuestro Padre Jesús de la Paz, obra de Carlos Bravo Nogales (1949), adornado en esta ocsión con un surtido de flores silvestres de distintas tonalidades. Impresionante talla que un año más llamó la atención sobre todo de los más pequeños. Muchos de ellos formaban parte del cortejo de 370 nazarenos que acompañaba a la cofradía barrioalteña. Y, tras el paso del Señor, acompañado por la Agrupacion musical Sagrada Resurrección de Sanlúcar de Barrameda, llegó la Reina de San Miguel, la Virgen de la Victoria, luciendo un nuevo palio, ampliado acorde a la imagen titular de 'La Borriquita'. También estrenaba la Virgen el pecherín bordado por el hermano Ismael Ancela Pérez. En el besamanos, la Virgen de la Victoria lució saya y manto con bordados del siglo XVII. Tras el paso de palio, la Banda de Música Maestro Dueñas fue lanzando los sones con los que los costaleros del paso de palio mecieron a la Virgen de la Victoria, estrenando algunas marchas como 'Dolores del cerro'. La principal novedad de la hermandad de la Entrada en Jerusalén fue su paso por las calles Zárate y San Román, uno de los acuerdos adoptados en el Pleno de toma de horas del Consejo de Hermandades encaminado a evitar el colapso de personas que se producía en la Cuesta de Belén tras la bajada de la Hermandad de la Oración en el Huerto por este lugar.
La segunda protagonista de la tarde partió de la Iglesia de San Diego cuando 'La Borriquita' buscaba la Parroquia de La O para realizar su estación de penitencia. Minutos antes de las cinco de la tarde, se abrían las puertas de San Diego para dar paso a la Hermandad de la Oración en el Huerto. Esperaban cientos de fieles en la plaza del mismo nombre, bajo un sol de justicia que estuvo marcando toda la jornada. Unos minutos después, Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, estrenando potencias y acompañado por los Santos Apóstoles Pedro, Santiago y Juan, que también lucieron estrenos en su ropa y resplandores, iniciaban su procesionar enfilando la cava del Castillo. La Banda de Cornetas y Tambores Vera Cruz de Utrera acompañó musicalmente al paso de misterio de la Hermandad del Domingo de Ramos, dirigido por Ángel Cadena Ríos. Accidentada fue la salida del paso de palio de María Santísima de Gracia y Esperanza, que bajo los mandos de Manuel Campos Pérez, tocó la puerta de la iglesia en su salida dañando la bambalina trasera y un varal. Un incidente que no impidió que Gracia y Esperanza, estrenando manto, luciera como suele hacerlo cada Domingo de Ramos. El percance puso de manifiesto el cariño que los fieles de esta cofradía tienen por su titular y el respeto por quienes se encargan de dirigir su salida procesional, colaborando en todo momento hasta que consiguieron que el paso volviera a lucir con esplendor, como haría en el resto del recorrido por la ciudad, con los sones de la Banda Sinfónica Julián Cerdán de la localidad. Destacado fue el paso de los titulares de la Oración en el Huerto por la Puerta de Jerez, uno de los sitios emblemáticos del Barrio Alto, así como su subida por el Carril de San Diego. Como detalle curioso, decir que la Hermandad llevaba en su cortejo el antiguo Simpecado de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, coincidiendo con el 50 aniversario de la Coronación Canónica de la Patrona de Sanlúcar.
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