La junta de gobierno local celebrada en la mañana de este viernes ha movido ficha para el desarrollo de los casi 100.000 metros cuadrados que conforman los terrenos de la conocida como Huerta de la Compañía o del Obispo, ubicados en la carretera de la batería de la Ardila. El gobierno municipal ha aprobado de manera definitiva la adquisición de este equipamiento con el objetivo de ponerlo en valor de cara al desarrollo de una superficie de gran importancia, al conectar la ciudad con el entorno del Parque Natural y la zona de incipiente desarrollo como es la playa de Camposoto.
Han transcurrido incluso décadas en las que la Huerta de la Compañía o del Obispo como también es conocida fue objeto de anuncios de actuaciones de cara a revalorizar este equipamiento, recuerda la delegada del área de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, sin que se llegara a buen puerto. “Desde el inicio del actual mandato, este gobierno está trabajando en una línea de planteamiento urbanístico enfocado hacia el desarrollo de suelos que San Fernando necesita para crecer en función de un proyecto de ciudad enfocado a aprovechar las posibilidades que nos ofrece el Parque Natural y nuestra playa de Camposoto como crecimiento sostenible y turístico”, especifica Claudia Márquez.
"Estamos hablando de una superficie que conecta zonas con gran proyección y para las que ya tenemos previsto proyectos de desarrollo, como la Avenida Constitución, y que gracias al ordenamiento que contemplemos en Huerta de la Compañía beneficiarán a las zonas residenciales en crecimiento aproximándolas a nuestro Parque Natural”. Márquez explica que el gobierno municipal ha dado importantes pasos en estos más de dos años y medio en sacar adelante proyectos que deberían haberse desarrollado desde tiempo atrás “una vez que fue aprobado el actual PGOU en 2011 y con el primer cuatrienio por delante desde esa fecha. En este sentido hemos desbloqueado el desarrollo de unidades como la Albenda, Huerta de San Joaquín, Torre Redonda, etc. y ahora, con la aprobación definitiva de la adquisición del equipamiento de Huerta de la Compañía, vamos a trabajar para el desarrollo de estos suelos”, señala la concejala.
Conversaciones con el Obispado según el convenio de 2006
La Huerta de la Compañía se ubica sobre terrenos donde en el siglo XVIII se asentaron los jesuitas, construyendo una finca de recreo cuyos restos constructivos permanecen aun en la zona en un mal estado. Con el objetivo de que este suelo tuviera un desarrollo, el Ayuntamiento rubricó en el año 2005 un convenio con el Obispado de Cádiz en el que se contemplaba la cesión de suelo a esta institución. Dado que el convenio permanece vigente, el Consistorio debe seguir el protocolo acordado y proceder a esta cesión acordada para 75 años.
Claudia Márquez explica que “han transcurrido 13 años desde que rubricamos este convenio y muy posiblemente las prioridades del Obispado sean otras, pero tenemos que actuar según lo acordado. En este sentido –explica la edil- vamos a establecer conversaciones con la Iglesia para conocer su interés por acometer el desarrollo de la zona e ir de la mano para que, en el caso de que no estén interesados, actuar desde el Ayuntamiento y contemplar en primer lugar un uso del suelo de manera provisional con proyectos sostenibles que aprovechen los valores naturales de este suelo, mientras paralelamente vamos trabajando en los proyectos residenciales y de equipamiento que la ciudad necesite para la zona”.
El convenio de 2005
El convenio entre el Ayuntamiento de San Fernando y el Obispado de la Diócesis de Cádiz-Ceuta fue acordado a lo largo de 2005 y firmado en el mes de enero de 2006 siendo delegado de Urbanismo Fernando Rodríguez Moreno y su desarrollo estaba sujeto a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor desde 2011.
Se trata de una superficie de 88.620 metros cuadrados y el acuerdo consistía en que el Ayuntamiento, una vez comprado el terreno al Obispado, se reservaba 33.800 metros cuadrados para construir viviendas protegidas, aunque este aspecto llevaba la coletilla de “preferentemente”.
El resto del suelo, casi 55.000 metros cuadrados, se cedería al Obispado por un periodo de 75 años renovables a condición de que habilitara un gran equipamiento educativo y de esparcimiento que bien podría ser un centro universitario. Era una modalidad de desarrollo que el Gobierno andalucista había puesto sobre la mesa, pero que fracasó.
Hay que recordar que en aquella época el desarrollo de San Fernando
Nuevas titulaciones
El proyecto comprende una parcela de 13.850 metros cuadrados dedicada a albergar una gran zona de esparcimiento que actúe como entrada al complejo. Contiguo a dicho terreno se destinará una zona de 22.130 metros al desarrollo de una primera fase que prevé la construcción de un complejo deportivo y de uno o dos edificios centrales de dotación académica. Esta fase inicial dará cabida a actividades formativas relacionadas con las titulaciones universitarias ya existentes en la provincia gaditana, fijando para ello cursos complementarios.
Una segunda fase contempla la implantación de nuevas titulaciones. Para ello, el Obispado se reservará una parcela colindante de 18.900 metros cuadrados para levantar un centro que cubriera las necesidades oportunas en caso de que se consiguieran los permisos pertinentes para ofertar la formación correspondiente a nuevos títulos académicos que no se impartieran todavía en la provincia de Cádiz.
Al Obispado el correspondía conseguir el placet de las autoridades académicas de la Iglesia para cumplir su parte del convenio y tenía un plazo de ocho años desde que aprobara definitivamente el nuevo PGOU hasta el comienzo de las obras. O sea, hasta el año que viene.
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