La Semana Santa de San Fernando cuenta con un importante Plan de Seguridad que se mejora año a año pero que muchas veces no se puede aplicar en su totalidad por el choque de intereses políticos y hosteleros.
Las avalanchas vividas en la Madrugada del Viernes Santo en Sevilla, han alertado en la capital hispalense para mejorar la seguridad incluyendo medidas como la colocación de megafonía en las calles, acotar el público en otras y otra aplicada ya este año como es retirar todas las terrazas de los bares por donde pasan procesiones a partir de las cuatro de la tarde.
En San Fernando, esta medida se plantea como muy difícil, por cuanto la Semana Santa ya no es una semana en la que ganar dinero, sino una semana en la que se gana para pagar deudas atrasadas, debido fundamentalmente a alquileres muy altos, impuestos altos y la crisis económica, que disminuye los ingresos a quien de hecho pueden general empleo. Pero la seguridad es la seguridad.
Medidas necesarias
Tras la estructura de la Carrera Oficial son muchas las personas que se concentran para ver el paso de procesiones, creándose en días señalados grandes atascos de público, entre el que se encuentran personas mayores, padres con coche de niños pequeños, etc.
El Plan de Seguridad de la Semana Santa ha mejorado el paso de hermandades por la Plaza de la Iglesia, con la colocación de una rampa, que libera las puertas de salida de viviendas y del hotel Salymar. También ha logrado reabrir la salida de la calle San Nicolás, por la que dejaron de salir Columna y Soledad ante su cierre. Pero necesita de mejoras y sobre todo de cumplir las normas.
Las rampas de acceso deben quedar siempre expeditas. La acumulación de público en las mismas supone un tapón para la evacuación. Los palcos no tienen zona para coches de niños pequeños y en muchos casos esto hace que las sillas de madera obstaculicen el pasillo.
Por otro lado, existen pocas puertas de acceso y sólo una para cada zona, cuando en la misma hay cientos de personas de toda edad, por lo que sería beneficioso que se establecieran al menos dos salidas o alguna por los palcos delanteros.
Pero la prioridad ahora es planificar qué hay que hacer y que información hay que dar en el caso de que en la calle Real, Rosario, calle Ancha, el Parque o la calle Comedias, pudieran producirse avalanchas de público. En Sevilla, hasta las hermandades ya dan indicaciones a sus hermanos antes de salir con las medidas.
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