San Fernando

La Bahía puede tocar el cielo con las manos... o acabar muriendo de éxito

Los astilleros de Navantia cogen aire tras una época en la que no se esperaba nada bueno pero falta mano de obra especializada.

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Al menos un millar de árabes vivirán en la Bahía de Cádiz, sobre todo en las poblaciones más cercanas a los astilleros de San Fernando y Puerto Real, si finalmente se firma el controvertido contrato para construir cinco corbetas para la Marina de guerra de Arabia Saudí.

Se trataría de técnicos que vendrían a la comarca a formarse en los astilleros de Navantia y que sería quienes luego se encargarían del mantenimiento de la base militar que albergaría los buques, una obra civil que también la construiría Navantia.

Entra dentro de la lógica. Las corbetas para Arabia Saudí van a salir de San Fernando con el armamento incluido, que pondrá la División de Sistemas, FABA y que hace que el cliente prefiera su construcción en el mismo lugar donde se va a armar los buques. El contrato asciende casi a 3.000 millones de euros y va a dar empleo a unas 10.000 familias, entre directo e indirecto.

El presidente del comité de empresa de San Fernando, José Manuel Revuelta, defendió este viernes ese contrato con todas las ventajas que conlleva y añadió como una fuente de ingresos a esas familias que podrían llegar y “que vivirían, comprarían y comerían” en las ciudades de la Bahía de Cádiz. 

Pero el beneficio para el resto de la población no van a ser sólo esas familias, sino la carga de trabajo para una empresa que el año pasado tuvo pérdidas denunciadas por los sindicatos, temerosos del cariz económico que estaba tomando la compañía y que a mes de mayo de 2016 se ve en una situación que no se vivía desde hace años. Además de las consecuencias nefastas para la industria auxiliar.

Ha comenzado
Pero dejando a un lado el  contrato para la construcción de las cinco corbetas para Arabia Saudí, que es lo que se espera y sobre todo que se construyan en San Fernando -mucho más ahora que ya se sabe que los buques para Australia se construirán en Ferrol- la puesta de la quilla del quinto Buque de Acción Marítima (BAM) este mismo viernes ha llenado de optimismo a todos los sectores de la población conscientes de la trascendencia de lo que está ocurriendo.

Ese acto de la puesta de quilla del BAM, Buque de Acción Marítima Oceánico para el Ministerio de Defensa que se está construyendo en los astilleros de San Fernando y cuya botadura está previsto que se celebre en el primer semestre de 2017, fue una fiesta.

La orden de ejecución de la extensión del programa de los BAM fue firmada en diciembre de 2014 y supone la vuelta de Navantia a la contratación militar con la Armada Española, tras más de ocho años. Este contrato, por el que se lleva a cabo la construcción de un BAM en San Fernando y otro en Ferrol, supone 2,2 millones de horas de trabajo tanto para la plantilla propia como para la industria auxiliar.

Además, durante el período de construcción se generarán cerca de 1.350 empleos directos e indirectos. De ellos, más de 250 serían empleados directos de Navantia y más de 1.050 empleados de la industria auxiliar y otros suministradores.

El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, ha destacado que "con esta extensión de dos buques adicionales de la primera serie, no sólo se recupera la contratación por parte del Ministerio de Defensa, sino que además se asegura la continuidad del programa de los BAM iniciado en agosto de 2006".

Y todo está bién, pero un solo BAM no es suficiente para San Fernando, de ahí la importancia de que las corbetas para Arabia Saudí se queden en La Isla, un astillero que sólo puede aspirar a construir barcos de tamaño medio y pequeño. Aunque las fragatas cada vez son más pequeñas.

Puerto Real
Por lo demás, la carga de trabajo del astillero de Puerto Real también puede incidir en San Fernando. En la vecina localidad han comenzado a construirse el primero de los cuatro petroleros Suezmax, que se entregará en diciembre de 2017. El contrato supondrá unos 3.100 empleos entre directos, indirectos e inducidos.

Los dos primeros barcos se incorporarán a la flota de Cepsa bajo la modalidad de ‘time charter’. La construcción de los barcos se enmarca dentro del acuerdo que Cepsa ha firmado con Ibaizábal para renovar su flota, incorporando las optimizaciones más avanzadas, tanto en eficiencia energética como de transporte de carga y seguridad.

Como curiosidad, los petroleros Suezmax se denominan así porque sus dimensiones, con 274 metros de eslora, 48 metros de manga peso muuerto de 156.000 toneladas y  les permiten navegar por el Canal de Suez. En total se emplearán en ellos 24.144 toneladas de acero. Las fechas de entrega de de los cuatro petroleros son las siguiente: diciembre 2017; 15 febrero 2018; 15 agosto 2018 y el último el 15 noviembre 2018.

Sumando unos con otros y sólo los que están seguros porque ya ha comenzado su construcción, Puerto Real tiene por delante tres millones de horas de carga de trabajo y 3.100 empleos, que junto a los BAM, que serán 2,2 millones de horas de trabajo y 1.350 empleos -aunque uno de ellos se construye en Ferrol- se van a superar con creces los ocho millones de horas de trabajo cuando hace cuatro años la carga de trabajo era de cero horas.

Y el dato más importante es que de los 15.000 empleos que se van a generar, la mayor parte irá a la industria auxiliar que ha permanecido ese cuatrienio con el agua al cuello. Las que se no se ahogaron a las primeras de cambio.

Y Cádiz
Pero falta la tercera pata del banco, el astillero de Navantia en Cádiz. Ahí no pueden ir mejor las cosas. Un total de cuatro cruceros han coincidido a la vez esta semana en los astilleros de Navantia de Cádiz para repararse.

Estas reparaciones aseguran una carga de trabajo importante, además de generar empleo inducido en la ciudad de Cádiz por los servicios que requieren tripulantes y técnicos.

Uno de los cruceros que se encuentra en reparación es el Mein Shiff 3 de Tui Cruises, varado en el dique número cuatro de Cádiz y que ha procedido a la instalación de una nueva hélice transversal en popa, para mejorar la maniobrabilidad del buque.

El astillero prefabricó por anticipado un nuevo bloque de acero con la nueva hélice y, una vez varado el barco en Navantia Cádiz, se ha procedido a la instalación en un "tiempo récord", lo que ha supuesto para el armador dejar de explotar el buque el mínimo tiempo.

Otro de los buques es el Splendour of the Seas de Royal Caribbean, que va realizar obras de varada y una completa remodelación del interior y exterior del barco durante la última parte del mes de abril y el mes de mayo.

El tercero de los cruceros que ha coincidido en los astilleros gaditanos es el The World, gestionado por Whilhelmsen. Según ha indicado Navantia, se trata del mayor barco en manos de propietarios particulares que han comprado o arrendado sus 165 suites de lujo.

El barco tiene doce cubiertas en las que, además de acomodar las suites de alojamiento, ofrece piscinas, tiendas o restaurantes. El barco ha completado sus trabajos de varada y mejoras en la habilitación.

Finalmente, el World Odissey de Cruise American Associates, se encuentra varado en el dique del Rosario o dique número uno de Cádiz para, además de realizar sus obras de varada reglamentarias, acometer importantes obras de mejora de la habilitación, que duraran aproximadamente un mes.

No es de extrañar, pues, que la gente está contenta y especialmente lospolíticos del PP que después del quinto gasero fantasma, ahora están batiendo palmas con las orejas.

Viniendo de pérdidas

La situación actual de los astilleros es tanto mejor por cuanto los datos de años anteriores eran desastrosos. Si bien los comités de empresa de los centros de Navantia en Cádiz, San Fernando y Puerto Real exigieron -en época electoral, lo que le restó credibilidad- responsabilidades por la "caótica gestión" de la empresa, que ha arrojado "pérdidas de 167 millones" en el balance y la cuenta de resultados del ejercicio de 2015 presentados en el Consejo de Administración, los políticos que antes sólo hablaban de las posibilidades y del quinto gasero, ahora reconocen que han sido cuatro años de carga de trabajo cero.

Y es que los datos eran “claros y rotundos. Una radiografía de la realidad” de la empresa desde el punto de vista económico y financiero, que corroboraba la situación “crítica y preocupante” que venían denunciando desde hace meses los comités de empresa.

Comités que además de inversión en I+D+I, pedían programas de formación permanente para intensificar la cualificación de los trabajadores y la regulación de la industria auxiliar para garantizar estabilidad del empleo.

También se puede morir de éxito

Pero en este circo todo el personal está acostumbrado a que le crezcan los enanos y era el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, el que ponía el dedo en la llaga al lamentar que la baja formación de los parados gaditanos dificulte su empleabilidad.

Y ello en un momento en el que la carga de trabajo de los astilleros va a requerir de una elevada cantidad de mano de obra, tanto en Navantia como en la industria auxiliar, para hacer frente a los encargos comprometidos.

El inicio en Puerto Real del corte de chapa de acero para los cuatro buques petroleros Suezmax choca -una vez más- con una realidad marcada por un 72,61 por ciento de los trabajadores gaditanos desempleados con un nivel académico de estudios primarios o inferiores.

El subdelegado ha creído fundamental que los trabajadores tengan la mejor formación porque “no podemos permitir lo que pasó hace años, cuando buscábamos personal cualificado de otros países. Eso no puede volver a pasar en Cádiz”.

El reconocimiento por parte de la Junta de la necesidad de que San Fernando vuelva a contar con un centro de soldadura similar al Centro de Técnicas Industriales (CTI) donde se impartía formación especializada, abunda en la insuficiencia de preparación de los parados subrayada por De Torre.

El subdelegado recordó que va ir creciendo el número de empleados necesarios para la empresa auxiliar del sector del metal, por lo cree que “es muy importante poder recuperar la partida de fondos para formación, que ahora son más que necesarios que nunca para nuestra provincia”.

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