Han tardado seis años en aparecer en escena y no están dispuestos en cejar en el empeño para que se ejecuten las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que en su día declaraban ilegales las obras del tren-tranvía al no haber superado los trámites de exposición pública, ni contar con los diferentes estudios necesarios.
Se trata de la Plataforma Sentencia del Tranvía, que está dispuesta a llegar a las últimas instancias para saber porqué no se han depurado responsabilidades hasta ahora. Surgió el pasado 9 de junio y lo hizo tras conocerse que en marzo de 2014 la Junta sacó a concurso dos nuevas licitaciones, cuando “la obra y el procedimiento es nulo desde el año 2010”.
Juan José Carrera, José María Díez y Aurora Sánchez encabezan a este grupo de isleños que, hasta ahora, ha mostrado su lado más ponderado, pero que podría dar un giro radical a partir del próximo 5 de septiembre, que será cuando se reúnan con el alcalde isleño, José Loaiza.
“Nosotros vamos a sentarnos con él, pero no para hablar de obviedades y que vosotros los medios nos saquéis la foto de rigor. Queremos que se ponga delante nuestra y, si no es así, daremos un giro copernical a nuestras reivindicaciones y tenemos pensado llamar a las puertas de los tribunales de justicia al máximo nivel y que caiga quien caiga. Ya incluso hemos tocado a un organismo muy importante en Bruselas, pero no queremos que tenga que intervenir por aquello de la marca España”, afirma Juan José Fornell.
Buscando apoyos
Desde la Plataforma se asegura que ya se han involucrado a tres ministerios y a cinco direcciones generales, es decir, que apuntan “más allá de Despeñaperros”. El propio Fornell afirma que “tenemos como compañeros de viaje a dos sentencias y ocho magistrados del TSJA. Cuando vas subiendo a altas instancias, las reacciones son de asombro y sabemos que se están pidiendo informes al más alto nivel. Nosotros solo nos planteamos una cuestión y es saber los motivos por los que el Tribunal de Cuentas está fiscalizando a los tranvías de Parla, Zaragoza, Jaén y Vélez Málaga y el de aquí está excluido. Aquí sucede algo y la sociedad civil quier saber quién ha firmado del primero hasta el último papel del proyecto”.
Por su parte, José María Díez explicaba las razones que les ha llevado a dar el paso y poner en marcha la Plataforma. “Lo único que estamos intentando es que se cumpla una sentencia, y lo que nos causa estupor es que la Junta no cumpla con una sentencia firme dictada por un tribunal. Cuando un juez acusa a un ciudadano con una sentencia en la mano, éste tiene que cumplirla y no está exento de ella. Me pregunto, ¿cómo podemos dilapidar fondos europeos en una obra que es ilegal? ¿Qué intereses políticos hay para que siga adelante? No me explico como un partido político puede decir que se ha arreglado la sentencia, cuando éstas no se arreglan y son de obligado cumplimiento. Esto es un escándalo absoluto y sabemos que hay altas instancias que se están rasgando las vestiduras. Europa tiene que saber que el 80 por ciento de esta obra que se está sufragando con su dinero se está tirando al mar”.
Un “Gamonal”
Por su parte, Aurora Sánchez representa al sector comercial de la calle Real que durante este periplo de seis años ha tenido que soportar las obras del tren-tranvía. “El proyecto ha sido una mentira tras otra, porque seis años después seguimos improvisando. Sigo teniendo pena por haber tenido razón durante todo este tiempo y me gustaría haber estado equivocada. Muchos de mis ex compañeros de negocios me dicen que en su día teníamos que haber hecho como en el Gamonal, y yo siempre les recuerdo que cuando hacíamos un llamamiento para protestar siempre éramos diez”.
Por lo tanto, a la Junta le ha salido un hueso duro de roer con el que tendrá que lidiar, puesto que están dispuestos a llegar hasta donde tengan que llegar y ser escuchados.
Piden eliminar los 600 metros de la parte del tranvía de la subestación
Otro de los focos sobre los que se ha centralizado la acción de la Plataforma Sentencia del Tranvía ha sido en la futura construcción de la subestación eléctrica de Janer. No se oponen al proyecto inicial del año 2011, sino al último que se ha llevado a exposición pública el pasado mes de junio tras la aprobación del PERI para el desarrollo de dichos suelos.
Juan José Fornell es el que quiere en este sentido poner los puntos sobre las íes y los motivos del posicionamiento de este colectivo de nuevo cuño. “Cuando se elabora el PERI de Janer y se pone a disposición pública en junio, detectamos que en el proyecto inicial de 2011 se convenia una superficie de 3.000 metros cuadrados para la subestación, que todos sabemos que se demanda desde hace diez años y de la que para nada la Plataforma está en contra. La cuestión es que ese convenio cuando se cuelga el PERI definitivo resulta que esos 3.000 metros pasan a ser 3.600. Esos 600 metros es lo que demandan las cargas eléctricas del tranvía. Nuestro planteamiento es el siguiente, si el proyecto y la obra son consideradas ilegales con una sentencia firme, usted no puede dotar de suelo de público una obra ilegal. Nos hemos ido al delegado de Zona Franca y le hemos pedido que revoque la cesión de esos terrenos para la subestación del tranvía. También le hemos trasladado la situación al director general de Endesa en Andalucía y vamos a contactar con la Secretaría Técnica del Ministerio de Industria. Vamos a llegar incluso a los decanatos de los colegios industriales. La idea es que el señor que firme un documento de ese tranvía que sepa que está firmando una obra ilegal”
Por otro lado, desde la Plataforma son conscientes de que lograr que todo vuelva al punto de partida en el que se estaba antes de 2008 es una quimera, pese a la presencia de las dos sentencias que declaran ilegal el proyecto al faltarle los dos trámites administrativos antes mencionados. “Nosotros mantenemos la idea de volver al proyecto original que tenía el PSOE que era que pasara por la Ronda del Estero y que se mantenga como peatonal el tramo que va desde la Iglesia de San Francisco a la Iglesia Mayor, que puede ser muy productivo”, indica José María Díez.
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