El director del Teatro Real de Madrid, Ignacio García Belenger, firmó en el libro de honor del Ayuntamiento de San Fernando como primera escena del primer acto del proceso de hermanamiento de principal teatro de la capital de España con el Real Teatro de las Cortes.
Esa firma tuvo lugar este viernes en el vestíbulo del Real Teatro de las Cortes en presencia del alcalde de la ciudad, José Loaiza, del primer teniente de alcalde, Francisco Romero y de los delegados de Desarrollo de la Ciudad, Angel Martínez; de Fomento y Fiestas, Cristina Arjona y de Economía y Hacienda, Manuel Raposo.
Ya por la tarde, en la segunda escena, se descubrió una placa conmemorativa en la fallada lateral del Teatro isleño en un acto breve y aprovechando un receso de la lluvia, para pasar a la tercera escena en la que tanto el alcalde isleño como el director del Teatro Real de Madrid justificaron el hermanamiento de ambos teatros.
Orquesta Sinfónica del Bicentenario, dirigida por Michael Thomas, fue la encargada de ofrecer el concierto conmemorativo en un coliseo isleño totalmente lleno.
El segundo acto tendrá lugar en Madrid, en el Teatro Real, el próximo día27 de este mes en un entreacto de la ópera Tristán e Isolda que se está representando en la capital de España en el que habrá un intercambio de placas y comenzará un proceso de colaboración entre los dos teatros.
La formalización de este hermanamiento –como ya explicó el alcalde días atrás, reside en la singularidad que poseen ambos recintos. Y es que tanto uno como otro acogieron las sesiones de Cortes que marcaron el inicio del parlamentarismo en España.


Las sesiones de Cortes se celebraron durante los primeros cinco meses (24 de septiembre de 1810 – 20 de febrero de 1811) en este modesto teatro, antigua Casa de Comedias, que había sido inaugurado en abril de 1804 y que es una evolución ilustrada de las antiguos corrales de comedia.


En 1813, las Cortes Ordinarias vuelven a reunirse en la Isla de León y desde aquí marcharon a Madrid donde inicialmente se congregaron en el antiguo teatro de Los Caños del Peral, sobre el que se levanta el actual Teatro Real en el que reabren sus sesiones el 15 de enero de 1814.
Por todo ello, se establecen así unos vínculos históricos, culturales y “parlamentarios” entre ambos teatros, que quedarán constatados mediante la firma de un protocolo de hermanamiento.
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