La hermandad de la Resurrección pone fin hoy a una nueva Semana Santa completa en cuanto a hermandades en la calle, pero en la que el viento jugó una mala pasada el Domingo de Ramos, obligando a cambiar el itinerario de Humildad y Paciencia. Por lo demás, un tiempo inmejorable que ha hecho que luzcan las hermandades y de mucho público en la calle, a la espera de un balance económico por el sector hostelero y comercial.
La cuadrilla de hermanos porta el paso del titular, con Manuel Domínguez Foncubierta y Jesús Bonet Penedo como capataces. El acompañamiento musical corresponde a la banda de música del Nazareno, que aporta los últimos sones procesionales a la Semana Santa, al igual que puso los primeros en Borriquita, tras la Virgen de la Estrella.
La cofradía de la Resurrección estrena el estucado de los candelabros del paso, como paso previo para el dorado de los mismos. También estrena la restauración de la pértiga del pertiguero del cuerpo de acólitos.
Cerca de un centenar de penitentes revestidos de blanco con capa forman parte del cortejo, en el que también están representaciones de cofradías isleñas y el cargador distinguido de este año, Antonio Coello Vázquez. También los cargadores distinguidos de años anteriores forman parte del cortejo.
El itinerario de la procesión cambia por las obras del Ayuntamiento y toma este año la calle General Valdés, para seguir por Saturnino Montojo y desembocar en Arenal ya de recogida. El recorrido es por el interior del Parque Almirante Laulhé, dada las dimensiones del único paso dorado de la hermandad, que en su día perteneció a la hermandad de las Penas de Cádiz, y en el que ahora procesiona la imagen.
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