Ningún loco rechazaría la oportunidad de volver al pasado. No digo que volvamos para cambiarlo, hay cosas que es mejor dejarlas como están, sobre todo por aquello de evitar el temido efecto mariposa, pero el hecho de volver, rememorar, sentir y añorar con cariño, alguno de los momentos más remarcables de la infancia, es irrenunciable hasta para aquél que lo cree tener todo, sino, pregúntenle a un tal Ciudadano Kane (1941).
Uno de esos momentos cumbres e indelebles de los que habitan en mi memoria se lo debo al cine. Concretamente, a una vieja cinta VHS que, con el paso de los años, debe haberse olvidado del mundo acumulando polvo en algún rincón perdido de mi casa. Tal vez ni siquiera exista, o quizás se haya reutilizado para grabar encima una final del Falla o un capítulo cualquiera de Los Serrano. Me sacude un escalofrío terrible tan solo de pensarlo.
El desgaste de la imagen era considerable, así como la distorsión, más que evidente, de la mezcla de sonido, pero la primera vez que vi La Princesa Prometida (1987) no se me olvidará en la vida. Debe ser una de esas películas en las que nada envejece, salvo el que las ve.
Una mezcla inconcebiblemente afortunada de aventuras, romance, comedia y acción capaz de engatusar a generaciones dispersas tanto en el tiempo como en el espacio, o así lo refleja su curiosa y armoniosa narrativa de cuento clásico, conformando un compendio de situaciones y diálogos para la historia.
Por eso, la oportunidad que ofrece el próximo 23 de Julio la empresa Youfeelm de volver a ver en pantalla grande La Princesa Prometida, debe considerarse como un regalo a nuestro niño interior, un ticket dorado con vuelta de noventa y ocho minutos a un tiempo ya pasado.
Mi generación, la de los 90, no debería permitirse faltar a esta iniciativa, pero tampoco aquellos jóvenes que desconozcan el argumento de esta película eterna, ni aquellos que, sabiéndoselo de sobra, necesiten visitar su universo una vez más.
Youfeelm, para los que no la conozcan todavía, ofrece un servicio de cine bajo demanda en salas de toda España, donde es el espectador el que puede hacer realidad experiencias como la que se avecina en El Puerto de Santa María, aunque para ello, la campaña debe conseguir primero el mínimo público necesario para que se apruebe el proyecto, reservando previamente su entrada en la web.
La ocasión de volver a escuchar la amenaza épica y flagrante de Iñigo Montoya; rememorar habilidosos y tensos duelos entre espadachines; y vibrar de nuevo con el aliento y el vigor del amor verdadero, está en la palma de tu mano.
Link al enlace del evento en la web de Youfeelm: http://www.youfeelm.com/titulo/la-princesa-prometida-bahia-mar-multicines-puerto-de-sta-maria-cadiz#
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