Ronda

El romanticismo late fuerte en Ronda

La tercera edición de Ronda Romántica de nuevo fue éxito organizativo, turístico y de simbolismo. Más de 20.000 personas, según cifras de Diputación de Málaga, comprobaron el ambiente Romántico del fin de semana más especial de Ronda.

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Ronda Romántica soñó con ser realidad un día. En la ciudad soñada para más idealismo. Pero los sueños se hacen realidad. No sin esfuerzo, ni trabajo. Como el de tres días que sirven para recompensar meses y meses. Desde Turismo de Ronda nos lo reconocían así. Muchas horas, quizás incontables. Pero no hay nada que no pueda superar el ver a toda una ciudad ataviada con los trajes típicos de cientos de años; o el sonido de la pólvora perderse en el bullicio de los visitantes; o ver a los más pequeños disfrutar de sus raíces.

Más de 20.000 personas, según cifras de la Diputación de Málaga se han dado cita este fin de semana en Ronda para conmemorar la tercera edición de Ronda Romántica, esa mirada al pasado que la comarca de Ronda y alrededores han tomado suya. Lo han hecho con buen ambiente, con fiestas y recreaciones, el alegato perfecto para combinarlo con los fines turísticos detrás de la esencia cautivadora.

Carmen de Ronda retuvo parte del gran protagonismo de esa última jornada, porque a Ronda le faltaba esa recreación para alcanzar el misticismo en su propia celebración. Aunque es necesario extenderlo a la Serranía y más allá, el epicentro es rondeño. Por importancia y por belleza. Pocos escenarios tan románticos, en sí mismo, se puede encontrar uno al echar la mirada atrás.

El cierre fue bello y agónico, como tantos bandoleros que pudimos ver. Había quiénes rechazaban poner fin a unos días de película; no querían volver al presente, temerosos de dejar de lado el romanticismo que han impregnado sus venas. No es romanticismo de amor sino de sentimientos. El de soñar despiertos, ser creativos, seres libres… Poder sumergirse en otros ‘yo’ que nada tienen que ver con el que se puede ver durante 360 días al año.

Ronda Romántica se ha convertido en una escapada del presente, necesaria y acertada. No hay que dejar de decir que el ilusionismo con el que comienza la leyenda de Ronda Romántica también parte del romanticismo. Del soñar con que un día hubo unos pueblos unidos y revelados. Cientos de años después se ha conseguido nuevamente, de manera pacífica, e incluso con la unión de los franceses. Pero Ronda Romántica ha unido a todos con un mismo deseo: un corazón latiendo fuertemente por el romanticismo que trae consigo Ronda.

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