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EL COPAGO EN TODO

Ya hace varios textos comentamos algo relativo al COPAGO definiendo claramente, al menos eso esperamos, que ese concepto era equivoco y que siempre nos referíamos a un RE-PAGO. Ya que si pagamos los impuestos primero y luego tenemos que aportar más dinero para obtener un servicio público realmente

Ya hace varios textos comentamos algo relativo al COPAGO definiendo claramente, al menos eso esperamos, que ese concepto era equivoco y que siempre nos referíamos a un RE-PAGO. Ya que si pagamos los impuestos primero y luego tenemos que aportar  más dinero para obtener un servicio público realmente lo re-pagamos. 

De todas formas el concepto de que la “gratuidad” de los servicios, becas, libros de texto…. Es cuestionada por quienes afirman que aquellas personas que puedan pagarlos que lo hagan, dejando la gratuidad para quienes realmente no pueden hacerlo.

El sistema fiscal  relacionado con el sostenimiento de servicios públicos gratuitos generalizables a toda la población, ha venido resolviendo este galimatías simplemente diferenciando la contribución a la caja común de cada una de las personas con capacidad de tributar.  Nuestra fiscalidad proporcional a nuestras rentas con criterios de proporcionalidad creciente han permitido, al menos hasta hace poco, que con todo el dinero recaudado todas las personas accedamos a los servicios públicos sin aportar cantidad de dinero alguna.
Ahora se habla del medicamentazo, de pagar algo por hospitalizaciones, por servicios de ambulancias, por uso del comedor escolar, del aula matinal, de un posible canon por uso de autovías, libros de textos (que ahora son gratuitos).   Esta tendencia se instala incluso en las mentes de quienes reprochan al partido popular la filosofía del copago, sin percatarse que se sostiene en el mismo principio.  La máxima de que de cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad se sostiene no en que cada cual pague en función del uso (impuesto directo como el IVA), sino que cada cual aporte al común lo necesario para todos podamos utilizar todo sin aportar más.  Este es el reto que debemos resolver y que desgraciadamente se está cuestionando. Porque andar el camino de reducir los impuestos indirectos (el IRPF)  para que aumenten los directos nos instala en un sistema insolidario donde sólo los que tienen pueden acceder a los bienes y servicios y además dejan de aportar al común los recursos que socializados garantiza en derechos de todas las personas a acceder sin aportaciones económicas a los mismos, con idénticos estándares de calidad.

La senda de recaudar menos para que cada cual se pague lo suyo, acaba con el concepto de caja común y deja en desventaja a quienes vienen a este mundo en precario. Un sistema insolidario e injusto.  Por ello hay que insistir en la necesidad de “todos ponen”, aunque no usen. Porque el objetivo de esa “puesta” es garantizar el derecho de todas y de todos y son sólo resolver el problema individual de cada cual.  La caja común les molesta sobre todo a las grandes fortunas y grandes empresas y corporaciones, que deben aportar mucho más de lo que vienen aportando,  ya que utilizan triquiñuelas miles con una elaborada “ingeniería fiscal” impecable pero sumamente egoísta.  

Por ello CO-PAGO  no gracias, si es preciso (y eso después de que los políticos se aprieten y bien el cinturón) aumento de impuestos comenzando por las grandes fortunas.

Fdo. Rafael Fenoy Rico  Comunicación CGT
 

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