No es “ya si eso…”

La estrategia ha funcionado y la mayoría piensa que no hay ya gobierno por culpa de los socialistas y no por los millones de votos que ha perdido el PP

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Es sabido que la carga de la prueba recae en quien afirma no en quien niega, que si aseguras que algo existe tienes que aportar las pruebas y no exigírselas a quien niega. Este principio, que cualifica a la Ciencia y desmantela las creencias religiosas, es extrapolable a día de hoy a la situación que vivimos ccn la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España, que casi desde el día siguiente a las elecciones y mucho más con el andar del tiempo, parece que es responsabilidad del PSOE y no del partido que consiguió más votos y más escaños en las últimas dos convocatorias electorales. Esa ha sido la habilidad del PP después de ser incapaz de ganar con mayoría suficiente los comicios de diciembre del pasado año y de junio del corriente. La estrategia le ha funcionado y la mayoría, sin duda, piensa que no hay ya gobierno por culpa de los socialistas y no por los millones de votos que ha perdido el PP y, por añadidura, su manifiesta incapacidad de ponerse de acurdo con otros en aras del interés general y no del suyo propio, Claro que también está lo de ir de la mano de una formación política que ha impartido estos años todo un máster sobre corrupción y sus múltiples variantes.

Curiosamente, el PP tiene la herida pero quien se desangra es el PSOE, un partido que de momento, sigue diciendo con la misma intensidad que es una formación política de gobierno  (pero que ha sido  incapaz de formar uno coaligándose con fuerzas progresistas), como que actualmente los votos lo han puesto en la oposición y van a ejercer esta de manera contundente; claro que para ello está dispuesto a favorecer la formación de gobierno del partido que se supone representa todo lo contrario a lo que ellos defienden. Ya decía Max Weber que los opuestos se necesitan y que los conflictos son necesarios para que se produzcan avances, aunque en el caso de los dos en liza, parece que hay más parecidos que diferencias, de ahí que actualmente ni se ataquen, ni se contradigan, ni confronten. El problema es que a veces se queda demasiado en el camino y, desde luego, no es ir hacia adelante moverse sólo por intereses estratégicos y/o personales que en nada benefician ni ayudan al bien general.

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