S e hizo de rogar pero apareció una sesión completa en las preliminares del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino. El pase de este martes, el último de la primera fase, dejó propuestas de alta calidad carnavalera con una rica variedad de representaciones y unas agrupaciones, cuatro de las cinco, llamadas a ser recordadas en la presente edición de la batalla de coplas.
La lección sobre un pedazo de la sociedad onubense de mediados del pasado siglo que trajo la comparsa ‘El quitasueño’ de Diego Vega; la maestría chirigotera de ‘Los pollos’, con una agrupación, ‘Este año vamos a tope’, con la que el Carnaval demuestra estar preparado para resistir cualquier choque; la gracia interpretativa de ‘Adolfo el portugués’, chirigota de Punta Umbría que llenó de alegría el coliseo onubense; el nuevo recital, otro año más, de la comparsa de Bollullos ‘El puto amo’ con su calidad musical y su más que elogiable cuidado de todos y cada uno de los detalles de la representación; y no desdeñemos la participación de ‘La fiera’, comparsa mixta de Mairena del Alcor, que puso en valor la indomable libertad carnavalera. Vayamos por partes.
‘El quitasueño’ es una comparsa bella. Añeja en su puesta en escena, la agrupación dirigida por Diego Vega es de las que subliman el componente cultural de esta fiesta. Su repaso por la vieja taberna de ‘El quitasueño’ fue una clase sobre un pedazo de historia onubense allá por mitad del siglo XX, un paseo musical por un lugar ya perdido y por el que pasaba la Huelva antigua, la del mar, la de los chipichangas y “mujeres que saben fumar” y donde los flamencos aprovechaban para hacer caja y soltar gargantas. Una comparsa flamenca, rítmica, bien cantada y de aires nostálgicos. Comparsón.
Dentro del género de la comparsa, no faltó a su cita con la calidad la comparsa de Bollullos del Condado. Este año, con el tipo de ‘El puto amo’, se visten de dioses inventados para reiventar los preceptos y mandamientos religiosos y dejar otra amalgama de fantasía carnavalera. Su puesta en escena, de nuevo, espectacular, destacando la luz ténue con la que vistió su actuación azul y el forillo dinámico con pájaros revoloteando sobre la morada de estos dioses carvaleros. Comparsón.
Otra de las grandes noticias que dejó la última noche de preliminares fue el renacer de la chirigota, con dos agrupaciones que dignificaron un género que, sin duda, tuvo tiempos mejores en este concurso. Y lo hizo gracias, por un lado, a la representación de ‘Este año vamos a tope’, chirigota de la Peña ‘Los Pollos’ que hizo del escenario una pista de coches de choque para dejar una dinámica representación. De su completa actuación, destacar el segundo de sus pasodobles, donde, ya era hora, se le cantó de manera poética al incomprensible cierre de celulosa. Chirigotón. Por otro lado, la chirigota vivió otro momentazo con ‘Adolfo el portugués’, agrupación de Punta Umbría que dejó una representación sobresaliente con un tipo alegre y divertido interpretando a un personaje muuuuy buena gente, siempre dispuesto a ayudar, un ‘bienqueda’ encantador, con buenas palabras para todo y todos. Su actuación tuvo puntos sublimes, destacando un frenético popurrí muy arriesgado en su ejecución, pero salvado a la perfección. Chirigotón.
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