S ucede que demasiadas veces lo importante se disuelve entre lo anecdótico, que el artificio camufla la esencia, que el ornamento no deja hueco para el sentido... El Carnaval lo demostró este lunes. Y lo hizo con la representación de la chirigota onubense ‘Las pastilleras, 20 años después las malcasás’. La agrupación onubense de la Peña de ‘La cabra ajorcá’ completó una actuación donde la sencillez fue su mayor virtud para conectar con el público. Sencillez que se dejó entrever desde su puesta en escena, con forillo en negro, tipo de andar por casa, mensaje sin adornos y cercanía en su verso.
El regreso a las tablas del Gran Teatro de este grupo de amantes del Carnaval fue constructivo y emocionante, con un repertorio localista pero no empalagoso y un final de popurrí cargado de esos pequeños detalles que van más allá de la competición, esos pequeños detalles que hacen que en esta fiesta se imponga la sensibilidad y las relaciones a la demagogia y la exageración. Soniquete de chirigota de toda la vida y público en pie para despedir una sesión, la séptima de preliminares en la que también destacó el espectáculo visual de ‘Por arte de magia’ y la calidad interpretativa de ‘Los flechas’.
Dicho lo dicho sobre ‘Las malcasás’, la capital onubense tuvo otra gran noticia con la comparsa de los Giraldo. ‘Por arte de magia’ dejó sobre el escenario todo un esfuerzo de teatralidad, con una puesta en escena espectacular visualmente deliciosa y con la que trataron de dar con el truco de todo lo que conlleva una actuación completa. Bien en las voces, sobrados de energías y con verso sin grandes florituras, los componentes de esta comparsa llevaron la representación más allá de lo meramente musical, y, al contrario de la sencillez de ‘La cabra’, apostaron por un gran montaje de escenario para hacerse un hueco entre las comparsas punteras de la presente edición del concurso. Precisamente entre las punteras edición del concurso se sitúa ‘Los flechas’. Esta comparsa puntaumbrieña, dirigida por Francisco Javier Tinoco y con letra de Jonathan Nieves ofrecieron también una espectacular puesta en escena, con letras comprometidas y unos silencios musicales deliciosos. Bagaje refrendado por un grupo que, sin duda, pone en valor a las comparsas de autor, a los grupos bien trabajados, al sacrificio que conlleva subir al escenario una propuesta más que digna.
De esta penúltima sesión de preliminares también fue reseñable la propuesta de la chirigota de Calañas ‘Los condenaos’. Homenaje carnavalero a su paisano más ilustre, Luis Bárcenas, y a otras buenas personas que, cosas de la vida, han acabado entre rejas. La Pantoja, Bárcenas, Blesa, Urdangarin (aún no entre rejas, pero todo se andará) Mayte Zaldívar, Ortega Cano, Julián Muñoz... se unieron para cantar en el Carnaval Colombino y ofrecer una propuesta simpática y valiente.
Por su parte, la sesión de este lunes también dejó uno de los tipos que optarán, sin duda, a la aguja de oro de este Carnaval. ‘Esta es mi casa’, chirigota de Mairena del Alcor, se presentaron en el Gran Teatro con un disfraz en el que ofrecieron al respetable una gran mariscada chirigotera. Si la calidad del tipo lo hubieran conjugado con un repertorio más adaptado al mismo y con un poco más de alegría en la música y el verso de los pasodobles, esta agrupación hubiera sido para comérsela. Pero se quedaron a medias, a pesar de que la tanda de cuplés (me cago en la mar) fue más buena que mala y que el popurrí tuvo algún que otro buen punto.
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