Andalucía

Una nueva era para los combustibles biológicos

Andalucía es la segunda Comunidad con mayor número de biogasolineras, posee siete plantas de producción más cuatro en fase de puesta en marcha, y ha disparado en un 87% el consumo de biocombustibles en el último año.

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  • Los ácidos grasos de los aceites y grasas animales y vegetales son la base del biodiesel. -
Poco a poco se va imponiendo el uso de biocombustibles en los transportes, no sólo por la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera, sino por su progresiva extensión en nuestras gasolineras. De hecho, el consumo de biocarburantes en Andalucía se ha disparado en el último año. Durante 2008 el consumo alcanzó las 92.658 tep (toneladas equivalentes de petróleo), con los que se han evitado la emisión de más de 268.700 toneladas de CO2. Esta cifra supone un 87% más que en 2007, cuando se consumieron 49.600 tep. De las 92.658 tep consumidas a lo largo del año pasado, 79.635 corresponden a biodiesel y 13.023 a bioetanol. 


En la actualidad en España se producen estos dos tipos de biocarburantes líquidos: biodiesel y bioetanol. El primero se produce a partir de aceites vegetales crudos o aceites usados (en cuyo caso se elimina un residuo) mediante esterificación; puede mezclarse con gasóleo o, incluso, sustituirlo totalmente en los vehículos fabricados desde mediados de los años 90. El segundo se obtiene a partir de semillas ricas en azúcares mediante fermentación; puede mezclarse con gasolina en diversas proporciones o utilizarse para fabricar ETBE, un aditivo de la gasolina. 


Andalucía es la segunda Comunidad, tras Cataluña, que cuenta con un mayor número de gasolineras en las que se suministra biodiesel, según los datos que recoge el Mapa Interactivo de Biogasolineras, que elabora la publicación especializada Energías Renovables. 


En total se contabilizan en Andalucía 88 biogasolineras que, además de los combustibles tradicionales, disponen también de surtidores de biodiesel, que alargan la vida de los motores y son menos contaminantes. Actualmente, Sevilla cuentan con 30 estaciones de servicio; Huelva, con 17; Málaga, con 10; Córdoba, con 9; Cádiz y Jaén, con 7; y Almería y Granada, con 4. 


A estas biogasolineras que expenden biodiesel, hay que sumar la primera estación de servicio que suministra bioetanol en Andalucía, que se ubica en la carretera Utrera-Sevilla -y que también expende biodiesel-, y que comercializa bioetanol mezclado con gasolina en distintos porcentajes: 5% de bioetanol (e5), 10% de bioetanol (e10) y 85% de bioetanol (e85). Los nuevos surtidores cuentan con un dispositivo automático, ‘blenders’, que permite elegir la mezcla en el momento de repostar. 


Esta estación de servicio se suma a las tan sólo 14 que, por el momento, distribuyen e85 en España y que se localizan en el País Vasco, Valencia, Castilla y León, Navarra, Cataluña, Murcia y Madrid. 


Además, se prevé para final de año que otra gasolinera andaluza suministre bioetanol. Estará situada en el barrio de San Jerónimo, en Sevilla, y cuenta con un incentivo de la Agencia Andaluza de la Energía de 33.000 euros. 


Un carburante limpio


El biodiesel es un carburante limpio, ya que cuenta con componentes de origen vegetal y no emplea ningún derivado del azufre. Así, comparado con el gasóleo A, produce un 30% menos de emisión de CO2 y un 40% menos de emisión de humos. 


Ello se debe a que el biodiesel contiene Éter-Metílico, una sustancia procedente de aceites vegetales obtenidos de plantas oleaginosas como la colza, la soja o el girasol y de aceites y grasas recicladas de hostelería, mataderos, etc. Una de las mayores ventajas de este carburante es que permite reciclar el aceite de fritura, un residuo muy común y contaminante. 


Por otro lado, el etanol es un biocarburante obtenido también a partir de biomasas con un elevado contenido en azúcar o almidón, trigo o cebada en el caso de España. 


Ventajas para el consumidor 


Además de las ventajas para el medioambiente, el biodiesel mejora el rendimiento y alarga la vida del motor y de sus componentes en contacto con el combustible, debido a su alto poder lubricante: reduce la fricción, el desgaste y el ruido y mejora la combustión al optimizar la potencia de la mecánica y actualmente su precio es más económico que el de su competidor más contaminante, el gasóleo A. 


Este combustible no necesita ninguna modificación técnica para su uso en motores convencionales (D, TDi, HDi, D4-D...), siempre que se venda mezclado con gasoil, lo que lo convierte en apto para cualquier mecánica Diesel. 


Respecto al bioetanol, el e85 puede emplearse en vehículos flexibles (fuel flexible vehicles, FFV) que admiten cualquier tipo de mezcla, desde el 0% hasta el 85% de bioetanol en gasolina. El E5 y el E10, puede emplearse en vehículos convencionales de gasolina. 


El balance energético de la producción de mezclas estudiadas es mejor cuanto mayor es el contenido de etanol en la mezcla. Así, el E-85 permite un ahorro de energía fósil de un 36% comparado con la gasolina 95, mientras que con la mezcla E-5 se consigue un ahorro de energía fósil de un 1,12% comparado con la gasolina. 


Respecto a las emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero, éstas se reducen cuanto mayor es el contenido de etanol en mezcla. De ello se desprende que la mezcla E5 evita que se emitan 8 gramos de CO2 (4%) por cada kilómetro recorrido en comparación con la gasolina 95. La mezcla E85 evita que se emitan 170 gramos de CO2 (un 90%) por cada kilómetro recorrido en comparación con la gasolina 95. 


La producción de biocarburantes en la Comunidad 


Los biocarburantes, generalmente empleados en motores de combustión para automoción y en menor grado en calderas, se pueden dividir en dos grandes grupos. En primer lugar están los alcoholes y éteres, grupo en el que se encuentra el bioetanol (alcohol etílico procedente de biomasa) y el ETBE (Etil ter butil Eter, derivado del bioetanol), usado de manera comercial como aditivo de las gasolinas o en mezcla en motores de ciclo Otto, aunque existen experiencias para mezclarlo con gasóleo para motores diesel. 


El segundo grupo es el del Biodiesel o ésteres metílicos (FAME), obtenido por la transesterificación de ácidos grasos contenidos en aceites y grasas vegetales y animales. Se emplea como combustible puro o en mezcla con gasóleo para ser aplicado en motores diesel. 


En Andalucía contamos con siete plantas en producción de biocarburantes (puro y aditivos), de las que cinco son de biodiesel (dos en Almería -Níjar y Cuevas de Almanzora-, dos en Sevilla -Sevilla y Fuentes de Andalucía- y una en Jaén, en Linares) y dos de ETBE, ambas de Cepsa y ubicadas en Huelva (Palos) y Cádiz (San Roque), mientras que actualmente existen cuatro plantas de gran capacidad en fase de puesta en marcha: Biooils y Biosur en Huelva -en Palos-, Coansa en Jaén -Andújar-, y Abengoa en San Roque, Cádiz. 


En fase de construcción existen 16 plantas de biodiesel: 5 están ubicadas en Huelva, 3 en Cádiz, 3 en Sevilla, 2 en Córdoba, 1 en Almería, 1 en Jaén y 1 en Málaga. 


Las plantas de producción de biodiesel han recibido más de once millones de euros de incentivos de la Agencia Andaluza de la Energía a través de la Orden de Incentivos para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía.

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