Andalucía

La juez ordena reabrir el posible caso de una niña robada en 1990

Raptada en el Hospital Clínico de Granada

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El Juzgado de Instrucción 2 de Granada ha ordenado reabrir la investigación sobre un posible robo de una niña en 1990 en el Hospital Clínico de Granada, donde supuestamente se le entregó a la familia un bebé moribundo en lugar de su hija recién nacida.

La causa se archivó provisionalmente por falta de pruebas, pero la familia recurrió la resolución y ha aportado evidencias de que el sobreseimiento se dictó en base a una prueba falsa. El padre, Eduardo Raya, cuenta con una prueba de un prestigioso laboratorio que asegura que los supuestos restos de la niña que falleció no corresponden a los de un bebé, sino a los de un adulto, cuando el Instituto Nacional de Toxicología, "con los mismos restos", aseguró que la prueba de ADN no era concluyente, lo que llevó a la juez a archivar su caso.

La posible sustracción fue la primera denunciada en España y la primera también que la Fiscalía denunció ante un juzgado. Una vez que comience de nuevo la instrucción, la familia, según ha informado a Europa Press Eduardo Raya, pedirá la imputación de un total de 15 personas, entre médicos, enfermeras y personal sanitario que participó en el parto, y pedirá la declaración como testigos de otras 14 personas. También solicitará el cambio del grupo investigador, puesto que la familia desconfía de la diligencia y el interés del actual.

El padre de la niña empezó hace unos años un periplo que le llevó a contactar con la Asociación Anadir, y trasladar su caso a la Fiscalía, cuando aún este tipo de casos no habían saltado a los medios de comunicación.

El abuelo de la niña siempre tuvo sospechas de aquel nacimiento, puesto que el bebé moribundo que les dieron presentaba un corte en la cara, por lo que la familia creía que pudo haber negligencia médica. Al morir el abuelo, su hijo, el padre del bebé supuestamente fallecido, pidió la exhumación de su cuerpo, para que se le pudieran practicar pruebas que determinaran las causas de la muerte.

Las pruebas genéticas practicadas a los restos del bebé que ellos habían enterrado en el cementerio de San José de Granada, que se realizaron hace ocho años, sorprendieron a la familia, ya que dieron un resultado negativo en el cotejo con el ADN de la madre. No era pues realmente su hija la que había sido enterrada, sino otro bebé. Sin embargo, el Instituto de Toxicología analizó de nuevo los restos y consideró que no eran concluyentes, aunque la familia encargó otra prueba que determinó que esos restos no eran los de un bebé, sino los de un adulto.

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