La captura de huevos o pollos de águila imperial para su reintroducción es parte del proyecto, algo que los agentes del Seprona pudieron confundir, tras ser autorizadas las escuchas por el juez, con la actividad propia de los científicos del programa o incluso confundir este trabajo con el cambio de anillas de otras aves rapaces que realiza el CREA, el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas, con el que comparte instalaciones en San Jerónimo.
La confusión se puede extraer de la transcripción de las escuchas realizadas por la Guardia Civil y de la personación de uno de los imputados en el juzgado denunciando el “lamentable y estrepitoso error” del Seprona.
El implicado, que pide declarar “a la mayor brevedad” ante el juez, alega el “absoluto desconocimiento” del Seprona sobre el proyecto del Centro de Cría del Águila Imperial, apuntando que en su trabajo se incluye la captura de huevos y pollos para su reitroducción en otras áreas.
Tras apuntar que la Guardia Civil ni contactó con los responsables del centro ni con la fundación (Migres) que desarrolla el proyecto, el implicado reprocha las declaraciones de responsables del Seprona sobre robo de huevos, cobro de subvenciones y comercio de anillas que han dañado “no sólo el honor” del científico, sino la del programa del águila imperial.
Apunta que, al tachar de delictivas prácticas científicas de prestigio internacional, se está poniendo en peligro el programa de cría en cautividad, que el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha advertido que no permitirá que se ataque.
Puntualiza que el centro de cría “no tiene subvenciones de ningún tipo” y califica de falso que la Junta le pague un millón de euros anual.
Medidas cautelares y acciones judiciales
El implicado ha solicitado como medidas cautelares que se prohíba a los agentes que hayan intervenido en el caso revelar datos de esta instrucción y anuncia acciones legales por daños al honor.
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