Once meses antes de las elecciones municipales, Jaén ya cuenta con los candidatos a la alcaldía de los principales partidos políticos, unos elegidos mediante primarias y otros no, a pesar de que, desde su creación, habían apostado por este sistema de primarias, como es el caso de Ciudadanos. Desde el domingo, el susanista Julio Millán fue proclamado oficialmente candidato a la Alcaldía de Jaén y, aunque públicamente ha pedido unidad en la Agrupación de cara al objetivo común de conseguir ganar las elecciones, lo realmente difícil es precisamente unir a la familia socialista de Jaén, desde años hecha unos zorros y en la actualidad mucho más por la división entre susanistas y sanchistas, sin llegar, eso sí, a los límites de la división existente en Linares, donde tras la sorpresiva pérdida de las primarias de Susana y Paco Reyes, y aunque de momento controlan el aparato del partido, los seguidores del presidente del gobierno crecen como setas, a pesar del calor, o como rosas de junio, que dirían ellos. Y esperemos que Ciudadanos, que ya tiene candidata y lista sin primarias, abra la puerta para que gobierne la lista más votada y esté dispuesta a escuchar la propuesta realizada por el PP para implantar la elección directa de los alcaldes a fin de que “quien gane las elecciones gobierne”. O que, al menos, mantenga en Jaén su criterio oficial hasta la fecha de dar prioridad en la negociación a la lista con mayor número de votos, ya que el electorado no entendería un pacto de perdedores como el alcanzado en la moción de censura a nivel nacional. Mientras tanto, el PP celebrará en julio su congreso nacional para elegir presidente/a. Serán los más de 800.000 militantes los que por primera vez elegirán al presidente nacional del partido, con idéntica fórmula con la que fue elegido el presidente de Jaén, porque así se recoge en los Estatutos. Y después de la insólita espantada de Feijóo, no habrá ni candidatura única ni apaños o componendas, con lo que todo el poder de decisión queda en manos de los militantes y compromisarios para elegir al nuevo presidente/a del PP, al que aspiran a estas horas de momento seis, dos de ellas íntimas enemigas y uno para estorbar. Muchos militantes nos hemos quedado sin el líder anhelado cuando Feijóo se descabalgaba de manera abrupta y por miedo de la sucesión cuando contaba con el respaldo de gran parte del partido. Ahora puede pasar cualquier cosa. Cospedal y Santamaría han sido las dos mujeres más poderosas del Gobierno de Rajoy y ninguna de las dos sentía simpatía por la contraria. Ha llegado el momento de medirse ante las bases. Creo que la secretaria general María Dolores de Cospedal tiene más poder territorial, pero entre las bases será Soraya la elegida.
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