Pienso, luego estorbo

¿Parlem?

Parlem, hablamos? No, parlem no, y menos con los golpistas. Ahora salen a las calles a pedir diálogo, mediación internacional, sensatez y entendimiento...

Publicidad AiPublicidad Ai

Parlem, hablamos? No, parlem no, y menos con los golpistas. Ahora salen a las calles a pedir diálogo, mediación internacional, sensatez y entendimiento con estos impresentables que, al margen de la legalidad y de las resoluciones judiciales, están agrediendo y amenazando a Guardias Civiles y Policía Nacional, expulsándolos de los hoteles, usando desvergonzadamente a niños en esta su “intifada catalana” o volviendo a las prácticas etarras de amenazar a los familiares de cargos políticos para que abandonen sus escaños. ¿Parlem con los líderes secesionistas (incluido el jefe de los Mossos) que acumulan entre todos imputaciones por los delitos de sedición, desobediencia, prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos, atentado contra la autoridad y revelación de secretos por usar datos personales en el referéndum del 1-0? No, parlem no, Ley y Justicia. En una crisis de esta envergadura, ya tendría que estar suspendido de sus funciones todo el Gobierno catalán por violar la Constitución y el Estatuto de Cataluña, por aprobar las leyes de transitoriedad y del referéndum y por quebrar la convivencia de un pueblo. El Gobierno debería sentirse respaldado por los grandes partidos políticos, y todos juntos hacer frente a esta gravísima crisis de convivencia. Pero aun en esta situación de máxima gravedad, el líder del PSOE, Pedro NoNo, ha reaparecido en la Fiesta de Rosa temerariamente equidistante entre Rajoy y Puigdemont, criticando la política de Rajoy, como si él fuera el golpista, y pidiéndole al presidente del Gobierno que negocie con la Generalitat, cuyo único objetivo es la liquidación de la soberanía nacional y la destrucción, como sea, con el apoyo de Podemos, del Régimen del 78 que tanto odian. El plan diseñado por el Gobierno poniendo en marcha la operación diálogo con la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al frente hablando amigablemente en la oficina catalana del gobierno con Oriol Junqueras no ha dado sus frutos. ¿Parlem? No, ahora sólo toca preservar la integridad nacional y la legalidad constitucional. Es legítimo defender un proyecto independentista, pero en el marco de la Ley. Se puede querer cambiar las leyes, pero por los cauces que la ley nos ofrece, y no queriendo imponer unilateralmente un proyecto a los demás, violentando la convivencia y por la fuerza. Sr. Rajoy, como usted sabe mucho mejor que yo, la democracia tiene instrumentos muy fuertes para detener esta chulería de estos independentistas catalanes que airean desafiantes el temerario intento de quebrar la legalidad constitucional de un Estado democrático. Úselos, millones de españoles lo estamos reclamando.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN