Pienso, luego estorbo

Rebelión contra los deberes

La culpa la tenemos los padres, y el recién creado “sindicato” de padres. No es necesario buscar responsables en otro sitio. Que una joven de 12 años fallezca..

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La culpa la tenemos los padres, y el recién creado “sindicato” de padres. No es necesario buscar responsables en otro sitio. Que una joven de 12 años fallezca trágicamente por una sobredosis de alcohol tendría que ser nuestra culpa, porque parece ser que cuando un alcalde prohíbe hacer botellón, entonces está limitando los derechos fundamentales, si sanciona beber en la calle, es un fascista, si multa, es para pagarse ellos las dietas…etc., y así miles de cosas que se escuchan de boca de padres “progres”. Los niños no pueden llevar mochilas con los libros porque pesan mucho, los niños no quieren hacer exámenes, no quieren hacer reválidas, ni selectividad, ni nada que signifique trabajo y esfuerzo. Y hasta Rajoy en su primera medida se baja los pantalones y suprime las reválidas. Así llegan a la universidad, que hay que enseñarles hasta a escribir. A eso los estamos acostumbrando. Una organización de padres ha convocado una huelga de sus hijos contra los deberes. Y hasta los sacan en la tele. Sospechaba que llegaría este día, de quejas de aquellos padres que hacen los deberes de sus hijos y luego se mosquean cuando el maestro les pone sólo un aprobado alto. En mi generación íbamos andando al Colegio con la cartera llena de libros, que pasaban de una generación a otra, íbamos por la mañana y por la tarde y nuestros padres se cabreaban si en el cole no nos mandaban tareas para casa y eran duros con nosotros. Trabajo, disciplina y esfuerzo. Y, por encima de todo, el respeto al profesor. Sin embargo, los padres de hoy, con tanto apego, montan piquetes si les mandan unos cuantos problemas o traducir un texto. Pronto tendrán que reunirse en secreto los profesores que quieran enseñar con los alumnos que quieran aprender. Más y mejores deberes es lo que deberían de exigir los estudiantes. De esta forma, en lugar de la igualación por debajo, que implicaría la eliminación de los deberes, debería potenciarse el conocimiento hacia la excelencia.  Hay que poner deberes, tanto en cantidad como en complejidad, de acuerdo a las edades, por supuesto, lo que, además de potenciar su motivación hacia el aprendizaje y la realización personal, reduciría significativamente el tiempo que pasan utilizando el móvil, el ipad, la tablet o la reciente popular búsqueda de pokemons.


Estos padres que juegan a ser pedagogos no saben el daño que están haciendo, principalmente a sus propios hijos.

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