Pienso, luego estorbo

No hay que callarse

Ya tenemos presidente del gobierno, y del PP, por más que a muchos les pese. Somos más de 8 millones los que le hemos votado. A pesar de ello, como siempre...

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Ya tenemos presidente del gobierno, y del PP, por más que a muchos les pese. Somos más de 8 millones los que le hemos votado. A pesar de ello, como siempre, tuvimos que ver una manifestación de unos cuantos comunistas que deslegitiman esa elección, insultan, agreden, etc., simplemente porque ha ganado la democracia y por su desprecio a la libertad. Una vez más los que hemos confiado en el PP esperamos que el centroderecha supere de una vez sus complejos ancestrales. La defensa de los valores que nos caracterizan siempre lleva aparejada determinación y entusiasmo. Y eso parece faltar hoy en el PP, donde gran parte de los males que aquejan vienen por esos complejos más que perceptibles a la hora de plantar cara en la defensa de los valores que le son propios. En Europa, el centro derecha no tiene esos complejos que padecen los dirigentes populares españoles. ¿Por qué aguantar tanto insulto y descalificación? No hay que callarse. Nos tenemos que sentir muy orgullosos, sin complejos. La Europa y la España próspera, solidaria y libre la han fabricado el centroderecha, en unos casos, y la socialdemocracia en otros, y, en ocasiones, ambos juntos. Esta es la verdad histórica. Las decisiones políticas entrañan carga ideológica, y si el PP deja esto de lado, acaba olvidando sus principios y termina por aceptar el lenguaje y las fórmulas impuestas por la izquierda, cada vez más radical. 


El PP no puede mantenerse en la indefinición ideológica y debe defender sus valores, más allá de la economía, que siempre lo hace con éxito, para subsanar los descalabros de la izquierda. Y para ello es la hora de realizar congresos abiertos en el PP, si es posible con primarias, para renovar las bases ideológicas y apostar por la cultura del mérito. Ya hay muchas voces dentro del partido que piden que se hagan primarias y que la elección del candidato/a no sea siempre a dedo y por amiguismo como ha ocurrido hasta ahora. En julio del 2015, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, presentó una ponencia sobre regeneración. Uno de los puntos era la elección directa de los candidatos. Un congreso abierto, donde todos los militantes pudieran votar, no solo los compromisarios. Las estructuras locales están dirigidas normalmente por concejales o diputados que deben su puesto y lealtad al jefe local, el cual, con toda probabilidad, a su vez debe su cargo al líder provincial, y así sucesivamente. Y de ahí salen los compromisarios. No hay que resignarse a que no se puede cambiar. Hay que luchar por el cambio.

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