Faltan cuatro días para que España afronte las elecciones más inciertas de su historia democrática: la irrupción de Ciudadanos y Podemos descarta todo escenario de mayoría absoluta y la cifra total de indecisos bate récords.
Un posible tripartito PSOE-Podemos-C's, dejaría fuera del Ejecutivo al PP, el partido más votado sin duda, y sería una opción políticamente ingobernable por las grandes diferencias ideológicas, disparando de nuevo el gasto público. Legislatura breve.
Y si el tripartito no fuera tal, y PSOE y Podemos pactasen para formar gobierno con el apoyo en la investidura de C`s, las políticas de Pablo Iglesias se comerían al PSOE, como ocurre en el Ayuntamiento de Madrid. C`s con Podemos descartado, así lo ha prometido Albert Rivera. Tranquilidad.
El resultado más factible tras el 20-D es un Ejecutivo del PP apoyado puntualmente por C`s sin pacto de legislatura, y es dudoso que logren ponerse de acuerdo para impulsar más reformas. Ahora bien, sin constituir la mejor de la soluciones, debido a los riesgos que entraña un Gobierno débil, se trata de una opción que permite la gobernabilidad de un país amenazado por los nacionalismos excluyentes, y evita además un gobierno de izquierdas radical PSOE-Podemos y sus consecuencias.
A pesar de que el españolito medio tiene un gran recelo al elogio, salvo a los amigos y a los muertos, por temor a ser considerado pelotas, yo voy a defender una vez más mi voto al PP, porque ya no me trataran de adulador a mis años. En noviembre de 2011 votaron al PP casi 11 millones de españoles de todas las tendencias políticas para sacar a España del marasmo que el PSOE había provocado voluntariamente. Y así ha sido. Se ha logrado revertir la tendencia económica negativa, con un crecimiento del 3,4 % que nadie preveía para 2015. España ha regresado al mapa europeo, cumpliendo los acuerdos pactados y demostrando no ser un fracaso como Grecia. En la España discutida y arruinada que los socialistas entregaron al PP, éste ha gestionado la sucesión monárquica, ha evitado el temido rescate, el corralito, y su actitud conciliadora ha evitado las portadas internacionales de los medios de comunicación, que era lo que buscaban, de la policía retirando falsas urnas el 9N en Cataluña, así como la amenaza terrorista. Se han pagado las pensiones puntualmente, los sueldos a funcionarios, se han mantenido todos los servicios públicos en niveles más que aceptables, a pesar de los inevitables y desagradables recortes…etc. Hoy más que nunca necesitamos estabilidad política y económica para continuar creciendo y vencer el paro creando empleo, la auténtica política social. Por eso ahora más que nunca necesitamos un presidente como Rajoy, honrado, decente y cabal. Voten en conciencia.
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