La novena provincia

Siempre nos quedará París

Los que salieron del estadio entonando La Marsellesa dieron una gran lección a los verdugos.Los parisinos fueron a donar sangre de forma masiva para ayudar a los heridos.El pulso vital de la calle se recupera tras la crueldad incomprensible. Hay que seguir adelante, alerta pero sin mostrar miedo ant

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SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS
Como se decía en el clásico Casablanca, siempre nos quedará París porque París es una de las capitales del mundo civilizado donde la luz forma parte indivisible de ella, donde es un placer  sentarte en sus terrazas  o sentarte en Monmatre y permitirte , todavía, escuchar la voz de una cantante imitando a Edit Piaff o esperar anochecer bajo los acordes de un piano para , luego, sentarte, en las escalinata del Sagrado Corazón y, desde allí, contemplar extasiado el todo París. O pasearte, en estas fechas por los almacenes Lafayette y tomarte un café( uno solo, vale caro) en todo lo alto del mismo mientras contemplas las luces de navidad.
Para los tristes fanáticos lo que representa París es un gran enemigo. También su inmenso mimo por la cultura, y la libertad humana.

Hay que ser un pobre diablo muy trastornado para sentirse obligado a matar en nombre de Dios. Históricamente se han hecho barbaridades en nombre del excluyente patriarcado monoteísta. Pero que a estas alturas haya parisinos fundamentalistas resulta una aberración aún más incomprensible.

El escritor de Samarkanda, el libanés Amin Maalouf (Tiene que ser el próximo Nobel de Literatura),  explica que la fecha clave es 1492. "A partir de ahí Occidente subió mientras el Islam, que había recuperado y traducido a los filósofos que no permitió su griegos, logrado hitos en poesía, astronomía, matemáticas..., se sumió en un oscurantismo avanzada".

Los que salieron del estadio entonando La Marsellesa dieron una gran lección a los verdugos. Los parisinos fueron a donar sangre de forma masiva para ayudar a los heridos. El pulso vital de la calle se recupera tras la crueldad incomprensible. Hay que seguir adelante, alerta pero sin mostrar miedo ante el delirio de los fanáticos que quieren joder la vida de los otros.
Hace solo tres generaciones, en un país como era Alemania, donde la literatura, música, filosofía y ciencia habían alcanzado las más altas cotas, se originó, democráticamente, la mayor barbarie que el hombre había conocido. Y hasta hace veinte años, la mitad del viejo continente europeo, vivía esclavizado por el yugo comunista .El  horror parece estar siempre a la vuelta de la esquina. Pero frente a tanto sinsentido y envidiosos enemigos del placer y la civilización, siempre nos quedará París.
Algeciras a 22 de noviembre de 2015
Patricio González
 

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