La novena provincia

Ni sabemos lo que tenemos

Bolonia y Baelo. Estoy a cinco metros de una de las mejores playas del mundo y a diez metros del más importante Conjunto Arqueológico de la Península Ibérica. En medio de un Parque Natural y una Reserva de la Biosfera. No sabemos lo que tenemos.

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NO SABEMOS LO QUE TENEMOS

  Escribo este artículo el martes siete de julio. Son las ocho de la tarde y acabo de regresar de Bolonia. Esta mañana temprano nos fuimos a echar el día de playa en Bolonia. He desayunado en la Venta Porro con un pan de campo con aceite genial. Después Bolonia, la inmensidad más absoluta. Todavía no había mucha gente y la arena extraordinariamente amarilla y el agua extraordinariamente celeste. Marco incomparable. Fue llegando gente pero al ser tan grande, hay espacio para todos sin agobios.

  Bastante calor, muchos baños en un agua cristalina y una arena tan compacta que te permite andar, pasear por la orilla todo lo que quieras sin que te canses.

  Pero, quizás, el momento más mágico del día ha sido el de la comida. Cada vez que voy a Bolonia como siempre en el mismo sitio, el Miramar, de mi amigo Paco. De los tres restaurantes que están junto a las ruinas de Baelo Claudia, es el que está más cercano a la playa. Llego, saludo a mis amigos de siempre y me siento justo en las esquina. Y entonces es cuando se produce el milagro. Estoy a cinco metros de una de las mejores playas del mundo (han colocado, incluso, unas magníficas pasarelas que llegan bordeando la playa hasta las mismas dunas). Pero si en vez de mirar hacia la playa de Bolonia, miro hacia el frente, tengo también justo enfrente a unos diez metros de distancia, no más, el más importante Conjunto Arqueológico de la península ibérica: Baelo Claudia.

  Si señor, a un lado una de las mejores playas del mundo y enfrente el mejor conjunto arqueológico de la península ibérica, todo eso mientras te comes un “borriquete” fresco del día, de la misma playa y en medio del Parque Natural de Estrecho y en el corazón de la Reserva Intercontinental de la Biosfera Andalucía-Marruecos.

  Todo esto aquí mismo. Hacía calor pero en el Conjunto Arqueológico había bastante gente de fuera y en  Bolonia, igual.

  La verdad es que la mayoría de las veces desconocemos lo que tenemos. El marco en el que hoy he comido no creo que pueda haberlo en ningún otro sitio, pero, quizás, por tenerlo nosotros al alcance de nuestra mano, no le damos el valor que realmente tienen y que otros que vienen desde fuera sí se lo dan

  Conozcamos nuestra comarca porque solo se puede amar lo que se conoce y nuestra Reserva de la Biosfera es para amarla. Hoy me he sentido orgulloso de ser campogibraltareño.

Algeciras a 9 de julio de 2015
Patricio González 

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