La novena provincia

La verdad sobre el Cervantes de Gibraltar

La bandera de España nunca ha ondeado en a la puerta del Instituto Cervantes de Gibraltar para no molestar a Picardo. Es un Cervantes de "tapaillo" para que no se enfade el Virrey de Gibraltar.

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LA VERDAD SOBRE EL CERVANTES DE GIBRALTAR

  Es cierto que yo estaba en contra de la apertura de un Instituto Cervantes en Gibraltar porque significaba, ni más ni menos, que el reconocimiento de Gibraltar como un país extranjero que es donde se ubican los Cervantes para la difusión del Hispanismo.
  Recuerdo que tuve una llamada de su Director, Francisco Oda en la que me invitaba a visitarlo y allí vi como se enseñaba español a muchos niños gibraltareños y me di cuenta de que merecería la pena. Pero también me di cuenta de otra cosa y es que la Bandera de España no ondea en ese edificio desde el primer día. Un Cervantes, una Casa de España, sin Bandera por no molestar a Picardo o porque no la quemaran o rompieran el mástil. Es decir, Un Cervantes pero de “tapaillo” para no molestar al Virrey de Gibraltar. Eso es así y así está desde que se inauguró hasta hoy, es decir, sin bandera de España, cosa que no entiendo.

  Tras una época importante en la que se tuvo allí a gente importante como Félix Grande o la misma Francisca Aguirre(Actos en los que, por cierto, el 90% de los asistentes, éramos españoles, y, por supuesto, siempre, nuestro añorado Salomón Seruya), se pasó después a las celebraciones sefardíes en las que sí estaba lleno de judíos gibraltareños y de nuestra zona(Han sido las únicas veces que lo he visto lleno). Después han sido los autores del Campo de Gibraltar quienes hemos pasado por allí. Y el público también campogibraltareño, con ausencia casi total de gibraltareños a los que sólo les interesaban las clases de español.

  Recuerdo que el pasado año, yo presentaba mi poemario VIAJE A MI INTERIOR y apareció en la portada de la revista gibraltareña PANORAMA( revista adicta al régimen de Picardo) que una persona non grata como yo iba a ir a Gibraltar y que no se me debería dejar ir al Cervantes. Para evitar conflictos en la puerta del Cervantes, desistí y me quitaron mi libertad de presentar un libro en lo que se supone que es la Casa de España. No hizo lo mismo Picardo que sí vino a Algeciras a provocar en los Cursos de Otoño. Ahí está la diferencia, aquí si hay libertad.

  Me consta que algún que otro escritor y bastante reconocido ha tenido que cambiar la presentación de un determinado libro suyo por otro, porque a Picardo no le acababa de gustar. Así que allí también ha estado la mano negra de este hombre que no tiene nada que ver ni con gibraltareños ni con el anterior Ministro Principal, Caruana.
Para aprender español que pongan una Academia porque para poder hasta intimidar en actos del Cervantes, mejor se quita. Y que conste que no es nada contra Gibraltar , sino es este señor que anda siempre provocando y que le recuerdo a todos que se salió con las suyas con el tema de los bloques de hormigón, tema que se calló y del que no ha vuelto a hablar. No interesa. Ah, se me olvidaba. Un Cervantes sin bandera española ondeando en la fachada, no es un Cervantes. De “tapaillo”, nada.
Algeciras a 16 de junio de 2015
Patricio González 

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