UN PUERTO INHÓSPITO PARA PASAJEROS
Cuando he visto el Puerto de Málaga con la inauguración del CENTRO POMPIDOU y ese muelle lleno de comercios, restaurantes, bares de copas y pasajeros de cruceros, se me han caído los palos del sombrajo, sobre todo cuando este pasado domingo fui a esperar a mi amigo Ahmed Mgara a la estación marítima del primer puerto de España.
Una Estación Marítima totalmente inhóspita, sin comercios, bazares ni nada que le de algo de personalidad propia. Un edificio totalmente anodino y que no te dice absolutamente nada y en el que las esperas de los buques de Ceuta y Tánger se hacen interminables porque o te sientas o te vas, no tiene nada de nada.
Para no tener no tiene siquiera un panel electrónico con las llegadas previstas de los buques. Tiene uno de salida pero no tiene de entrada. En todas las estaciones tanto de trenes, como los aeropuertos y las marítimas de puertos con enlaces fijos tienen sus paneles de SALIDAS y LLEGADAS. El nuestro no, sólo tiene de SALIDAS. Y Estoy hablando del primer puerto de España también en número de pasajeros.
Allí te pones a dar vueltas de un lado a otro sin tener nada que ver, sin poder comprar un periódico o un recuerdo de algo. Pero es que en la puerta principal de la Estación, el letrero de PUERTO BAHÍA DE ALGECIRAS está totalmente descolorido por el sol y porque nunca se ha cambiado o pintado.
Pero, para empezar es que hay que hacer un curso para poder llegar hasta la estación sin que te equivoques porque no se puede hacer más difícil y complicado. Ahora han colocado dos grandes rotondas que no pueden ser más anodinas.
Justo a treinta o cuarenta metros de la Estación existe una salida de autobuses que van a diferentes sitios de España y también del extranjero. Lo utilizan también otros autobuses que forman parte de excursiones programadas. Y hacia allí nos fuimos mi amigo Mgara y yo porque él se marchaba en uno de esos autobuses. Más de cien personas había y ocho autobuses. Pues bien, ni una sola marquesina. Hacía calor y allí estuvimos un buen rato al sol esperando la marcha. Pienso en el verano y los 40 grados que tienen que soportar al sol los viajeros. Y pienso también en el invierno donde las esperas hay que hacerlas bajo la lluvia o el viento de levante. Una alegría, vamos.
Y me volví a acordar del CENTRO POMPIDOU y del Puerto de Málaga. También me acordé de las castas de más de uno.
Algeciras a 10 de abril de 2015
Patricio González
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