Patio de monipodio

Nos ha dejado

El Ayuntamiento. Creíamos muy difícil de superar al negativo Monteseirín o al inactivo Zoido; pues, no. Nada es más fácil, como estamos viendo...

El Ayuntamiento. Creíamos muy difícil de superar al negativo Monteseirín o al inactivo Zoido; pues, no. Nada es más fácil, como estamos viendo. Pero tanta ineptitud ¿es normal o estudiada y consciente? Ni Quinto Centenario de la primera vuelta al mundo, ni homenaje a Magallanes, Año Murillo descolorido y otras muchas carencias sin intención alguna de cubrir. ¿A quién puede beneficiar, tanto, el retroceso de Sevilla?

¿Quién pone tanto énfasis? Demasiado énfasis para ser sólo fruto de la inoperancia y la ineptitud. Cualquier otro Ayuntamiento, cualquier otro Alcalde, de cualquier otra localidad gritaría desaforadamente y hasta echaría la culpa a esta ciudad, si sufriera los ataques soportados por Sevilla. ¿Qué ciudad soportaría la pérdida de su puerto?, por ejemplo. Aquí se soporta y se apoya y el Ayuntamiento calla como si no tuviera nada que ver. ¿O es que tiene demasiado que ver y por eso no puede hablar? Porque ahora, en el Gobierno están “los otros”, luego no hay motivos para orillar la reclamación.

Se entiende que no reclame quien no cubre mínimamente su deber. Un Ayuntamiento impasible ante la debacle de la Orquesta Bética, tanto como ante los problemas de la Sinfónica o el Coro de la Maestranza, que mira la pérdida de habitantes con la misma indiferencia como la de puestos en el ránking turístico, desde luego carece de autoridad para reclamar a otras administraciones. Algún otro ayuntamiento, tampoco, pero ha conseguido gracias a sus protestas, lo que Sevilla nunca obtendrá porque está muda. Sevilla, ejemplo y espejo de muchas ciudades, debería preocuparse por su entorno. Porque le afecta y para seguir siendo lo que siempre ha sido. Pero si no se preocupa por sí misma…

El Puerto de Sevilla debe morir. Lo han “decretado” la U.E., abundando en el abandono de Andalucía, y fingidos ecologistas de salón, incapaces unos y otros de explicarnos por qué daña a Doñana y al arrozal, que el río vuelva a la profundidad anterior a los aterramientos sufridos. Porque el agua capaz de inundar la marisma ó facilitar riegos, sale por la parte de arriba, que va a seguir al mismo nivel, con o sin dragado. Peor aún: la oposición viene de quienes impiden la pesca del cangrejo americano, especie invasiva y depredadora, que, después de terminar con toda forma de vida autóctona, y si no se le controla, acabará también con el arroz desde la raíz. Hace falta un nivel de dureza facial impresionante, para pretender hacernos creer que el dragado daña al arrozal, al tiempo que se fuerza el crecimiento desmesurado del cangrejo, su principal enemigo. Similar dureza facial que la necesaria para acusar al río de la sequedad de la marisma, después de haberla destrozado; de haber cegado cauces, desviado y canalizado ríos y arroyos, de haber destruido micro-ecosistemas, con las canalizaciones y desvíos que tiran directamente al mar el agua superficial, a lo que suman la pervivencia de pozos y balsas legales e ilegales.

Despropósito entre los despropósitos, se niega la posibilidad de que el Puerto de Sevilla pueda seguir recibiendo barcos de cierto calado, con el pretexto de un arrozal y una marisma que, previamente, se ha privado del agua que la mantenía viva.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN