Parando letras

Nochebuena, navidad

Propósitos de nuevo año que una vez más, terminarán en la basura. Porque siempre tenemos una larga lista y cómo mucho, cumplimos el primero. Sonrisas que tienen más valor que cualquier regalo

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Entrañables fechas. La sociedad se lanza a la calle. Parece que las Navidades nos atrapan con su encanto en los comercios. Multitud de regalos a envolver. Y no sé que tienen estos días, porque tan solo han sumado de uno en uno al calendario. Pero son especiales, para qué engañarnos. Disfrutamos, en su gran mayoría, de unas merecidas vacaciones. Reencuentros familiares, viajes que recortan distancias, locuras que narrar dentro de unos años: "¿te acuerdas de...?". Nos encanta saltarnos las normas, sentir la adrenalina corriendo detrás de nuestros miedos para espantarlos. Nos reiremos de ello. De todo eso por lo que una vez perdimos el norte, pero, ¿y lo bien que nos sentó encontrarnos? Propósitos de nuevo año que una vez más, terminarán en la basura. Porque siempre tenemos una larga lista y cómo mucho, cumplimos el primero. Sonrisas que tienen más valor que cualquier regalo. Abrazos por los que rebosan sentimientos. Un te he echado de menos para abrir boca. Un sin fin de emociones como plato principal. Cientos de kilómetros en carretera como postre. Y un café en tu compañía para dar color a las tardes. Es lo mismo de siempre, fechas difíciles para muchos. No por nada, sino porque han cambiado tanto las cosas en un solo año, que apenas nos ha dado lugar a digerirlo. Que todo ha sido un viaje de ida, algunas veces sin vuelta. Sin retornos. Sin darnos la oportunidad de recuperar lo que un día tuvimos. Apenas hemos sido capaces de devolver los reveses a la vida por todo eso que nos ha quitado. No nos quedaban fuerzas. Y aquí seguimos, intentando hacer del calendario un paraíso sin fechas de caducidad. Intentando hacer de la rutina una nueva fiesta de la que disfrutar hasta la mañana siguiente. Sin tragos amargos. Brindando por todas esas veces que hemos hecho de nosotros mismos alguien mejor, que esta vez nos merecemos no ahogarnos en las penas. Brindemos. Que llega el invierno y el frío ya nos quema. Que ya solo queda el descuento de este año y se va volando. Que ahora empiezan las dudas. ¿Y ahora qué?

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