Parando letras

Distancias

Y no poder derribarla de un guantazo es lo que nos termina matando. Ser incapaces una vez tras otra de arrebatarle la partida

Publicidad Ai Publicidad Ai

Ya me hablaron una vez de todas las veces que la distancia había hecho de las suyas. De todas esas veces que había sido capaz de separar a dos corazones, de todos esos sentimientos que había congelado, de todas esas relaciones que había roto por consumirse lentamente en su rutina, de todas esas lágrimas que habían derramado en su nombre, de ese miedo que había causado al haber tierra de por medio, de las dudas que habían ganado por goleada a las certezas, de esas familias que se echaban de menos. Y no poder derribarla de un guantazo es lo que nos termina matando. Ser incapaces una vez tras otra de arrebatarle la partida. Quién lo haya vivido sabrá de lo que hablo. Pensará como yo, que es una de esas palabras a borrar en nuestro diccionario. Y es que ya podría ceder la distancia en alguno de sus puntos para terminar acortándola. Podríamos hablar de distancias físicas, aquellas en las que el orgullo no nos permite ir más allá de la razón. Nos quedamos a mitad de camino buscando esa salida de emergencias que nos permita huir una vez más por la puerta de atrás. Cualquier opción viene a ser mejor que reconocer nuestros errores o perdonar a quién se haya equivocado. No queremos pararnos a pensar y así nos va, que vamos cada vez caminando más solos, perdiendo a todas esas personas que merecen la pena y dejando que te dificulten el camino esos que deben estar ya fuera de tu vida. Nadie viene programado para no cometer ningún error. Ser tan impredecibles es lo que nos mantiene en vela y mientras tanto, nosotros dejando pasar los trenes. Que nos da pánico subirnos, lanzarnos, arriesgarnos una vez más. Que queremos huir de todos los fantasmas pero tampoco queremos desprendernos de ellos. Y por otra parte encontramos las distancias espaciales, aquellas que nos permiten sentir todo eso que quisiéramos. Aquella que impide que alguien me vea mientras escribo estas palabras. Aquella que ha roto tantos corazones, aquella que se ha encargado de que nos cortemos con todos esos rotos. Lo peor de todo es que tenemos numerosas vías para sobrepasar la distancia y solo sabemos poner excusas. Nosotros mismos nos creemos nuestras propias mentiras en lugar de ir a buscar todo lo que queremos. En lugar de dejar que las cosas fluyan. En lugar de querer volver a ser en alguien.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN