Parando letras

Dime quién

Y nadie ha conseguido vivir a base de recuerdos, porque estos algún día deciden marcharse

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Llegas como todos. Tarde y sin avisar. Te diferencian las ganas de querer ser. Y aún no sé quién eres. Vienes contando entre risas los besos que aún nos quedan por dar, marcando el rumbo con el vaivén de tus piernas, pintando de colores cualquier destello gris, fingiendo que todo va bien aunque nuestras cabezas estén totalmente desordenadas, derribando de un guantazo todas las dudas, soplando los miedos por si algún día decidiesen cegarme, cuidándome los sueños para que mañana puedan hacerse realidad, sembrando flores en cada roto, jugando al pilla-pilla pero esta vez sin los reproches de por medio, cantando una nueva canción en la que tú marcas el ritmo, avanzando a pasos de gigante para que nadie te alcance, amañando cada truco para ser magia sin saber hacerla, creyendo que las rutinas pueden ser buenas y más si son de tu mano. Ni siquiera te esperaba y vienes proclamando que a este invierno tampoco se le caerán las hojas, que si han resistido al otoño aún nos quedan letras por escribirles en cada página. Que hay tinta suficiente para mantener cualquier historia aún en el tintero. Que somos quiénes nos encargamos de escribirla. Y que nos sobre imaginación antes de que nos falte tiempo, que es lo único en esta vida que nunca vuelve. Que estos segundos, minutos, horas, días ya se han ido y solo nos queda el recuerdo.  Y nadie ha conseguido vivir a base de recuerdos, porque estos algún día deciden marcharse. Y ya no tienes de qué alimentarte porque te han consumido lentamente sin que te dieras cuenta. Yo que me había dado por vencida tras tantos intentos fallidos que no creía en los imposibles, pero a estos se le cayeron dos letras pasando a ser posibles. No creía en nada ni nadie. Ni siquiera en mí.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN