Palabras en Libertad

Faltó comunicación cuando más falta hacía

Los militantes han elegido ‘morir’ con la esencia antes que ganar sin su referencia clásica: no a cualquier pacto con el PP

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Dicen los seguidores de Pedro Sánchez que el resultado de las primarias era previsible y que contaban con él desde el principio. No parece que sea así ya que a lo largo del proceso han lanzado continuas insidias sobre los posibles ‘tejemanejes’ que podría hacer la Comisión Gestora. Los hechos demuestran que el resultado ha sido contundente tanto como que la Gestora no ha tenido ningún papel sin situarse en parte alguna en este conflicto electoral a tres bandas.

¿Era previsible el resultado? Es evidente que no. ¿Era posible? Es evidente que sí. Sobre estas dos premisas debió haberse establecido la campaña de Susana Díaz a lo largo del tiempo que ha durado. Que Pedro Sánchez podía ganar no parece que se viese claro hasta que la recogida de avales y su posterior verificación pusieron de manifiesto que contaba con más apoyo del previsto. Es en ese momento cuando saltaron las alarmas y cuando todo comenzó a coger el perfil de una verdadera campaña en el entorno de Díaz. Hasta entonces, la idea de una victoria sin paliativos era la previsión de su equipo y, quizá por ello, la campaña había tenido un exagerado perfil bajo limitado a una presencia escasa de la candidata, un discurso sin aristas  y al papel de los activistas territoriales.

Ha sido un error. Debió calcularse el verdadero potencial que en las bases del PSOE ha tenido Pedro Sánchez frente a la posición de la Gestora en la investidura de Rajoy. Le dio el discurso, el eje sobre el que pivotar todo el mensaje y la causa de su martirio, el que ahora lo ha llevado aupado por más de un 50% de los militantes a los altares.

Que en las bases socialistas el tiempo no habría de curar por sí mismo el problema de la abstención debió estar en el cálculo y eso que algunos llaman pedagogía política ocupar más espacio en el discurso de la candidata. Que el No es No ha llevado al desastre a los socialistas lo reflejan los resultados electorales y las encuestas. Que los militantes han elegido ‘morir’ con la esencia antes que ganar sin su referencia clásica: no a cualquier pacto con el PP, también. La dicotomía es el error, pues la verdadera razón del gobierno del PP es el continuo desplazamiento hacia cualquier otra opción del voto socialista, La derrota de Sánchez, contundente, en las urnas donde votan los españoles abrió dos veces la puerta al PP.
Pero había que explicarlo, fajarse, bajar a la arena y no parece que los compañeros de viaje de Díaz hayan dejado en esto lo mejor de sí mismos. Algunos han hecho turismo y ahora se verán las caras con el avance en su territorio de un sanchismo devorador.

Faltó política, faltó comunicación. Faltó relación con los medios – es mentira que tuvieran crucificado a Sánchez (tengo una colección de teletipos para una antología del partidismo) y ni Susana ni muchos de los suyos se entregaron a convencer a través de ellos. Desaprovecharon el papel de la prensa confiados en el recuento de los calculadores. Y todo salió mal.

Ahora tendrá que reconvertir, resistir y avanzar. Todo a la vez. Toca ganarse, en mi opinión, a los medios para así ganar a la gente en una estrategia positiva para un futuro nada halagüeño para los socialistas. Así contendrá Andalucía, una isla en el PSOE.

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