Tras la venta hace menos de una semana, se van abriendo nubes en la tormenta, que con todo, sigue sobre el Recreativo de Huelva. Quiere esto decir, que con el oscurantismo inicial en el proceso del traspaso de las acciones mayoritarias de Víctor Hugo Mesa a un nuevo grupo hispano-mexicano, habían quedado demasiadas incógnitas que no ayudan a la tranquilidad que el Decano merece, ni desde luego, favorece la salida de la actual situación de desastre que ha dejado el descenso a Segunda B y sobre todo, la “incalculable” deuda financiera a la que hay que seguir haciendo frente. El primer problema lo plantea que se desconozca quiénes son los que han aportado el capital, una cuestión que hace que se disparen las cábalas, los rumores, y hasta los disparates, y que parece que se zanjará en esta semana. Hay que valorar también en positivo que en la presentación de la campaña de abonados se arrojara luz sobre la marcha del actual presidente, Pablo Comas, que saldría del club, un requisito fundamental para que los aficionados se reconcilien plenamente con el Recre; además, parece que se aclara la cuestión del técnico para la próxima temporada, con la posibilidad de la firma inminente por parte de José Domínguez, el hombre que llegó en el tramo final de la temporada anterior, con luces y sombras. Con todo, hay que seguir vigilantes, pedir datos y no bajar la guardia, para no repetir errores.
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