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Pena capital "suspendida" a víctima de violencia doméstica que mató a marido

Li fue sentenciada a muerte en 2013 y, después de una campaña encabezada por 400 abogados y activistas en China, la sentencia fue revocada por el Tribunal Supremo del país un año después, que ordenó que hubiera un segundo juicio

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  • China. -

Un tribunal chino condenó hoy a pena de muerte suspendida, lo que en el país se traduce en cadena perpetua si el encarcelado muestra buena conducta, a Li Yan, víctima de violencia doméstica que mató a su marido y que se ha convertido en un símbolo de la lucha de la mujer contra estas agresiones.

Li fue sentenciada a muerte en 2013 y, después de una campaña encabezada por 400 abogados y activistas en China, la sentencia fue revocada por el Tribunal Supremo del país un año después, que ordenó que hubiera un segundo juicio.

Un tribunal del condado de Anyue, en la provincia central de Sichuan, anunció hoy la misma sentencia que entonces, si bien esta vez "suspendida por dos años", por lo que, si Li muestra buena conducta en prisión, la pena de muerte no se cumplirá y se conmutará por cárcel de por vida, confirmó su letrada Wang a la organización Chinese Human Rights Defenders (CHRD).

Wendy Lin, investigadora de CHRD, manifestó su decepción con las autoridades en declaraciones a Efe -que, en su opinión, tenían que haber valorado más la violencia que Li había sufrido en casa- y desconfió de que la pena de muerte no vaya a ejecutarse.

"Es una doble tragedia que Li haya sido sentenciada a muerte por segunda vez. La protección de las mujeres, especialmente aquéllas víctimas de la violencia doméstica, debería haber sido garantizada hace al menos tres décadas, cuando China ratificó la CEDAW (Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer) en 1980", señaló Lin.

Tras haber sufrido continuos episodios de violencia doméstica y haber intentado denunciar a su marido en diversas ocasiones, Li, de 44 años, mató a su esposo en una pelea con él en noviembre de 2010.

Ese día, el marido de Li, que estaba borracho en ese momento, le dio una paliza y amenazó con dispararle con una escopeta de aire comprimido.

Li le arrebató el rifle y comenzó a pegarle con él, según el relato de los abogados que firmaron la petición al Supremo para que revocaran la primera sentencia contra la mujer.

Al darse cuenta de que había matado a su marido, Li intentó deshacerse del cuerpo desmembrándolo pero poco después confesó a una amiga lo que había ocurrido para que ésta la notificara a la Policía.

Según recordaron entonces organizaciones de derechos humanos, la mujer ni abandonó la escena del crimen ni negó su autoría.

Li se ha convertido desde entonces en un símbolo de la situación de la mujer en este país ante la falta de una ley que la proteja.

No obstante, esta situación puede verse modificada este mismo año, ya que las autoridades debaten la primera ley contra la violencia doméstica del país que, según expertos, podrá ser aprobada este 2015.

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