El Gobierno de Chile informó hoy que dos personas murieron y otras 22 están desaparecidos en la región de Atacama, que sufre desde hace dos días la peor inundación de los últimos años debido a intensas lluvias.
La información la divulgó el subsecretario Mahmud Aleuy en las dependencias centrales de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), desde donde el Ejecutivo ha canalizado toda la información de la catástrofe.
"Queremos confirmar dos personas fallecidas producto de la situación que hay en el norte del país", dijo Aleuy, quien agregó que éste será el último informe de la jornada.
Una de víctimas fatales la identificó como Cristián Cortés Cortés, de 24 años, que falleció en su casa debido a una descarga eléctrica.
"La segunda es una mujer no identificada de aproximadamente 45 años encontrada en inmediaciones del río Salado", agregó.
Dijo que también hay 22 desaparecidas en la zona afectada, especificando que ocho de ellas don de Diego de Almagro, ocho de Chañaral y seis de Tierra Amarilla, las tres localidades más afectadas por los aluviones y crecida de un río.
El subsecretario del Interior señaló que en un socavón de 150 metros hay vehículos completamente tapados "y no sabemos en qué condiciones están".
"En uno de los socavones en Chañaral, hay un microbús de dos pisos que afortunadamente todos lograron salir", agregó Aleuy.
En tanto, Carabineros de Chile informó de que viajaron hasta la zona afectada un centenar de sus hombres con perros especializados para buscar a personas desaparecidas.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, que ya llegó a la ciudad de Copiapó, dijo se está haciendo todo lo humanamente posible en el norte del país, y confirmó que este jueves van a llegar más medios que permitirán evacuar personas que no lograron ser rescatadas hoy.
La presidenta, que antes de viajar decretó el estado de excepción en Tierra Amarilla, Alto del Carmen, Copiapó y Antofagasta, admitió que existe una "situación sumamente difícil".
Según medios radiales, las calles de la ciudad de Copiapó que bajan desde la cordillera (zona oriente) son verdaderos ríos, y las vías que las atraviesan están convertidos en lodazales.
Los camiones militares que se desplazan con mucha dificultad debido a la fuerza de las aguas han ido rescatando a la gente que aún permanece en sus viviendas, algunas de las cuales subieron a los techos por temor a ser arrastradas por el torrente.
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