Así puede calificarse el futuro más cercano del Recreativo de Huelva. A pesar de haber pagado a la AFE el 30 de Junio y saldar, así, las deudas con jugadores, ex-jugadores y antiguos técnicos, y pagar el canon a la RFEF para poder competir en Segunda División B y poner el aval, todavía no se puede hablar de claridad en el Decano.
Sin planificación deportiva, sin fichajes, sin campaña de abonados. Tres grandes áreas en las que el conjunto albiazul anda muy retrasado o en punto muerto. El primer equipo, sin entrenador ni preparador físico a la espera del desembarco del nuevo máximo accionista del club. El Ayuntamiento, sin terminar de expropiar definitivamente el club y poner las acciones expropiadas a Gildoy a subasta pública.
Muy deficiente está siendo los últimos pasos del Ayuntamiento. A pesar de expropiar las acciones, todavía Pablo Comas es el consejero delegado del club. Y esto le permite tener el mando a la hora de renovar contratos. Inaudito como un señor que ha destruido un patrimonio de gran valor para Huelva como el Recre y que ha juzgado vil y mezquinamente con los sentimientos de mucha gente pueda seguir teniendo influencia notoria en el club acogiéndose a la permisividad y lentitud del Ayuntamiento. Además, los empleados siguen sin cobrar y ya son 13 meses los cuales llevan sin percibir su salario.
Después, el formato del Nuevo Colombino pone de relieve que el Ayuntamiento ha cometido una chapuza de grandes dimensiones. No por los rivales. Tres partidos en un mismo día de 45 minutos. En vez de intentar traer a grandes equipos como Sevilla, Atlético o Villarreal e intentar recaudar una cantidad de dinero importante y hacer partidos de 90 minutos, el Ayuntamiento se ha “lucido” con esto. Sinceramente, una chapuza de grandes dimensiones.
Nadie obvia que hay que apoyar al Ayuntamiento. Pero también es necesario, desde una crítica constructiva, animar al Consistorio a mejorar sus prestaciones en un tema tan importante para Huelva y para el recreativismo. Los últimos pasos no están siendo los más acertados y la ciudadanía le demanda más celeridad a Gabriel Cruz como alcalde y como recreativista. Y mientras, deportiva e institucionalmente, el club nada en un mar de incertidumbre arrastrado por una marejada de chapuzas que han desanimado al recreativismo que ve como, a menos de un mes para el comienzo de la competición, quedan muchas cosas por hacer.
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