Este lunes, el futbolista Antonio Domínguez alcanzaba el sueño que todo jugador de la cantera desea cumplir. Ser profesional con el club de toda la vida. Así, el Recreativo de Huelva y el killer puntaumbrieño rubricaron una ampliación de contrato hasta 2018 y que dura desde que el delantero recreativista llegara a las categorías inferiores del Decano del fútbol español, desde alevín, y que viene a confirmar la apuesta que se está haciendo por la cantera esta temporada.
Premio más que merecido para este jugador. Llevo viéndolo jugar desde hace un año y medio en el filial y he tenido oportunidad de entrevistarle dos veces. Conocimiento personal y profesional tengo de sobra para decir que él, al igual que canteranos como Caye Quintana, son aquellos que llevan al club por bandera y en el corazón. Además, futbolísticamente, el jugador de Punta Umbría tiene todo aquello que un delantero precisa, a mi juicio, para poder triunfar. Verticalidad, hambre de gol, visión amplia de juego y un derroche en el césped dejándose el aliento por el escudo.
En los pocos partidos que ha disputado esta temporada con Oltra y Pavón, ha sido de los pocos que ha dado esa chispa a una delantera marchita esta temporada, poniéndole ganas y creando peligros por la banda izquierda albiazul. El zurdo, el cual puede jugar como delantero centro o como extremo, era una joya de la cantera recreativista que se ha confirmado esta temporada.
Esta temporada, la casa se va apoderando del futuro albiazul. Jugadores como el propio Antonio, Caye Quintana o Dani Molina han tenido una participación importante en el curso liguero de los recreativistas. Especialmente, esta participación se ha incrementado con el nombramiento de Pavón, técnico del Juvenil hasta hace poco, como míster de la primera plantilla en sustitución de Oltra.
A mi juicio, este planeamiento orquestado es una alegría entre tanta desolación por la situación del club. Todo club edifica su futuro sobre los jóvenes de la tierra, aquellos que llegan a la cantera en busca de una oportunidad en el equipo de toda su vida, y darle una muestra de que se cuenta con ellos es fundamental para motivarlos y propiciarles ese empujón para que mejoren.
Es inevitable, por otro lado, que haya fuga en la cantera. No todos gozan de las mismas oportunidades pero es importante que este riesgo se vea minimizado lo máximo posible. Vimos cómo se marchaba Jose Naranjo al Villarreal. Con Antonio Domínguez, hasta 2018, no veremos otra fuga de una joven promesa. Los jugadores de la casa toman el presente y el futuro del Recreativo.
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