El anuncio del Consejero de Fomento de la Junta de que se iban a invertir en torno a un millón de euros en reparar la A-2078 ha desatado la caja de los truenos y ha puesto en pie tanto a la indignada ciudadanía roteña como a nuestra clase política local.
Los orígenes del conflicto tienen como causa primaria la peligrosidad de las carreteras que unen a Rota con las localidades vecinas, que por desgracia se ha venido traduciendo en accidentes con reultados luctuosos que han provocado el hartazgo ciudadano y un enorme dolor y sufrimiento en las familias de las personas que han perdido alguno de sus miembros en estas circunstancias. Tiempo atrás, a raíz de la muerte de un joven roteño en la carretera A-2078, el 2 de abril de 2016, la opinión pública de Rota decidió dar un paso adelante y tomar las riendas en pro de una solución definitiva al problema. Un considerable y concienciado grupo de roteños y roteñas decidieron crear la Plataforma para el Desdoble de la Carretera Rota-Jerez. En la mayor parte de los grupos políticos locales se mostró en seguida una clara apuesta por recoger el guante lanzado por la ciudadanía mostrando un apoyo decidido a la tarea realizada: Fue el PP local quien presentó en el Pleno Municipal la exigencia de la inmediata solución del caso, pero a pesar de la buena recepción a las intenciones de los populares la administración autonómica no ha dado la sensación de ser receptiva con las exigencias de la gente de Rota.
La interminable construcción de la doble vía de la A-491 entre Rota y el Puerto de Santa María, tras largos años de incomodidades para la gente de nuestra villa, que sufría estoicamente la lenta progresión de la carretera, se cerró en falso con el coito interruptus de su corte final en el cruce de Jerez, dejándonos con cara de tontos a l´s inocentes que esperábamos que la citada doble vía llegara a Rota. Con ello lo único que se hubiera pasado es que se cumpliría el famoso Plan de Infraestructoras de la Junta, Pista 2020, que prometía comunicar a todas las ciudades andaluzas con más de 20.000 habitantes con carreteras de doble vía.
En resumen, un pueblo discriminado al que se le enseña el caramelo y se le esconde y que como consecuencia sufre la incomodidad de unas deficiencias insolidarias, una carencia de posibilidades de enlace que inciden negativamente en el turismo local, en el comercio y en las posibilidades de desarrollo de la ciudad, y muchísimo más grave, el riesgo para la vida de quienes transitan por estas carreteras asesinas.
Si la movilización ciudadana culminó con una manifestación que a pesar de su éxito echó en falta a muchísimas más participantes, en la que no tuvo problema alguno en lucirse el señor alcalde de Rota encabezando la manifestación llevando la pancarta, al recibir las huecas palabras del compromiso a una solución definitiva, los ánimos se fueron tranquilizando, confiando en la espera de que se tradujeran en hechos las palabras dadas.
Es el accidente mortal de hace unos días, en la parte pobre de la A-491, y el anuncio oportunista de la indecente chapuza por parte del Consejero de Fomento de la Junta, con lo que creía que iba a calmar a la gente, el que desata de nuevo la preocupación y el hartazgo de la gente que se traduce en una participación récord en los comentarios de las noticias que hacen referencia al suceso en la prensa digital roteña. Al pairo de la polémica, y con el ánimo de ganar protagonismo ante otras opciones políticas que se situaron en la misma línea de la indignación, los grupos del gobierno municipal salen a la palestra con desigual torpeza; mientras IU muestra su apoyo a una solución definitiva con una propuesta concreta y rechaza la postura del Consejero, aunque sin venir a cuento vierte críticas a la postura de la Plataforma; en tanto que mucho más grave resulta la postura del PSOE que, en su proverbial política de echar balones fuera y culpar al rival de sus propias miserias, salen con la ocurrencia de crear una comisión formada por todos los partidos para mezclar la churras del desdoble con las merinas de la compensación por la servidumbre de la Base y meter por medio al gobierno de la nación y descargar parte de la presión que recibe la Junta por su nefasta actuación. ¡Ojo! Olvidando por completo a la ciudadanía organizada y despreciando a la Plataforma, cuya pancarta no tuvo rubor alguno en presidir.
Después de todo seguimos sin desdoble, con unas comunicaciones tercermundistas, con el dolor por las muertes y con el temor de que la lista de accidentes se amplíe.
Rota no se merece este trato. Igualdad de trato para todas las poblaciones andaluzas, pues eso aquí no se cumple.
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