Me queda la palabra

Razones para un Primero de Mayo

Ya está bien que quienes más trabajo generan en Rota estén mostrando una insensibilidad espantosa hacia la gente que emplean.

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Todos las años llegadas estas fechas, en los colectivos comprometidos políticamente, nos planteamos qué hacer el 1º de Mayo. La celebración, conmemoración o reivindicación de una fecha determinada depende de manera decisiva de la actualidad de la misma.
Ni que decir tiene que existen numerosas fechas en el calendario que por su condición festiva invitan sin esfuerzo alguno de convocatoria y que tienen asegurada la participación en cuanto a actos se programen con este objetivo. Otras, en las que el condicionante de ellas es el consumo, gozan del favor y del gasto publicitario de las grandes marcas y empresas comerciales de distribución y venta, que más tarde recuperan con creces y máximos beneficios la inversión, ya que la población está muy predispuesta a dejarse convencer. Han llegado al clímax comercial consiguiendo que la gente asuma gastar dinero como un divertimento. Aquellas que abanderan creencias religiosas o exaltan determinadas fechas patrióticas o/y institucionales, requieren también de que desde los reclamos adecuados se atraigan a quienes participan; como la evolución ideológica de la gente es fluctuante no siempre consiguen respuestas parecidas.
La convocatoria del 1º de Mayo, como otras de carácter reivindicativo o de denuncia social, carecen de los medios y de la predisposición de las anteriores y, dependiendo de la tradición de compromiso de las personas a las que se dirige, en unos lugares tienen muy diferente que en otros. Es en casos como este que la existencia de motivos recientes anima a una mayor repercusión. Bien es cierto que las citas del Primero de Mayo en Rota han concentrado siempre bastante menos gente que la que exigiría la problemática que se pone en cuestión. Por ello, aun cuando la respuesta no sea de la contundencia que debiera, por los numerosos problemas que nos acucian, creemos que como gente que se compromete debemos ofrecer a quienes quisieran participar un cauce para que puedan expresarse libremente.
De nada vale quejarse en el anonimato de los comentarios en internet, acusando a otros de no hacer nada, cuando no se es capaz de mover un dedo por defender los derechos propios, de uno, de su familia, de sus amistades, de su pueblo.
Rota necesita el 1º de Mayo y si así no se entiende no será problema de quienes lo convocamos.
Acaso no es argumento lo que dice el BCR: “los últimos conflictos laborales, la pérdida de poder adquisitivo, la precariedad de los empleos, la continua subida del paro, a pesar del triunfalismo gubernamental, todo ello derivado de las políticas aplicadas en esta crisis, con las reformas laborales de los últimos años, son causas más que suficientes para actuar”.
Ya está bien que quienes más trabajo generan en Rota estén mostrando una insensibilidad espantosa hacia la gente que emplean: el más famoso, el que está en boca de todo el mundo, la Base. Quienes trabajan en el Aeropuerto ven como han sufrido  el despido de trece compañeros, ven como les quieren imponer una descarada merma de sus ingresos y de sus derechos reconocidos bajo la amenaza de seguir despidiendo, ya han anunciado cuarenta y cinco, si no se pliegan a su chantaje. También resulta especialmente grave el abandono a su suerte después de varios meses de su despido de los trabajadores de la Cafetería de la Base.
La restauración, los bares, que concentran gran parte de los puestos de trabajo, donde abundan los contratos falseados, que se firman por un mínimo de horas y se multiplican por ocho o por diez en la realidad, con sueldos ridículos y en condiciones lamentables. Todo ello bendecido por los gobiernos de este país, que han legislado una Reforma Laboral cada vez más perjudicial para los trabajadores.
Como no podía ser de otra manera, el Ayuntamiento. Se siguen produciendo quejas, se sigue diciendo, y posiblemente con razón, que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades. Sin duda esto se demuestra con la vergonzosa discriminación a las trabajadoras de la bolsa de la limpieza, que llevan cinco meses delante de las puertas del Castillo de Luna para pedir que se les trate igual que a otros colectivos, ni más, ni menos.
¿Se puede consentir que apenas hayan ofertas de empleo limpias, contratos legales, cumplimiento de los mismos y respeto a los trabajadores y  a las trabajadoras?
SI NOS TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS.

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