El domingo 9 la Plataforma Andaluza contra las Bases concentraba en Rota unas 200 personas, si bien la amplia mayoría se correspondía a gente venida de fuera para la manifestación, en tanto que era muy escasa la participación entre la población local, según las noticias de la prensa. La tradicional respuesta negativa roteña a las reivindicaciones anti-base se apoyaban en los beneficios que esta repartía a nuestro pueblo, si bien el galopante retroceso de estos no parece haber mermado las simpatías roteñas hacia la Naval Station Rota Spain.
El sábado 15 la Plataforma por el Desdoble de las Carreteras de Acceso a Rota concentró unos 600 manifestantes aproximadamente, lo que supone un 2% del censo de población local. No ha servido para nada que las reivindicaciones planteadas sean tan justas como necesarias. Si justo sería que Rota contase con comunicaciones por carrtera de doble vía, ya que es la única localidad de la provincia con más de 20.000 habitantes que carece de ellas, necesario es que las administraciones públicas, en especial la Junta de Andalucia, responsable directa, que ningunea descaradamente a Rota, solucionen el problema que, aparte de incomodidades, sustos y accidentes frecuentes, ha traído la desgracia a varias familias por la pérdida de algún familiar en estas infames carreteras tercermundistas que padecemos.
Dos manifestaciones muy distintas como distintos son los motivos para acudir o no a las mismas. Pero, considerando todos los condicionantes, tanto en una como en otra las cifras de participación no son en absoluto satisfactorias para sus organizadores. En cuanto a la primera sería cuestión de mirarse por qué entre los que repudian las manifestaciones pacifistas en Rota se encuentran una mayoría de quienes critican a los trabajadores de la Base y les acusan de privilegiados. ¿Incoherencia...o algo peor? De aplaudir, en cambio, la postura de Izquierda Unida, que sin renunciar a sus principios son defensores claros de los derechos de los trabajadores de la Base y no les duelen prendas en decirlo alto y claro.
Más llama la atención la pobre participación ciudadana en la movilización por el desdoble de las carreteras, que clama al cielo que se haya parado el proyecto, por falta de dinero según versión oficial, a pocos Kms. de Rota, justo al llegar a la puerta (del Salado) del recinto militar, ¡qué casualidad!. No ha servido de nada que todos los grupos políticos, unidos por una vez, hayan manifestado su apoyo a la misma. No se trataba de ideologías, ni de intereses particulares; era la defensa de la seguridad de cuantas personas se ven obligadas, por cualquiera que sea el motivo, a desplazarse desde Rota. Para ello solo 600 manifestantes se olvidaron de todo lo que nos pueda separar, se olvidaron de la comodidad de la tarde de sábado y acudieron en defensa de algo que es fundamental para Rota y que nadie puede negar que nos es imprescindible: unas carreteras dignas y sobre todo seguras que faciliten los desplazamientos de la gente, que posibiliten un mejor transporte de cuantas cosas necesitemos traer o sacar, que hagan más fácil el acceso al turismo, que resulte más atractivo a quienes puedan invertir en nuestro pueblo y tantas y tantas razones más.
La realidad nos dice que solo 2 de cada 100 parece que se lo tomaron en serio. Luego vendrán quienes se les llena la boca de lo que quieren a Rota y no son capaces de mover un dedo. Así nos va.
Siempre habrá algo que achacar y alguien a quien echarle las culpas.
Ahora tristemente asoman nuevos conflictos laborales, el primero que aparece es la amenaza de la pérdida de puestos de trabajo y de derechos en un colectivo de trabajadores que desarrollan su función en la Base. Otra ocasión más para demostrar si realmente nos importa Rota y la gente que en ella trabaja y vive. Qué doloroso sería si también se desaprovechara: Como ya hay quien ha dicho “si tocan a uno nos tocan a todos” A ver si es verdad.
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