Resulta tedioso volver con el mismo tema siempre pero parece no queda más remedio. La coyuntura política que arrastramos desde enero, al igual que la famosa película “Groundhog Day” (El Día de la Marmota) que aquí se tradujo por “Atrapado en el Tiempo”, en la que Bill Murray repetía una y otra vez la secuencia de un día que se sucedía a sí mismo, sin posibilidad alguna de evitarlo, nos mantiene atrapados en la misma pesadilla. Tres cuartos de año hartando a la ciudadanía con las mismas cantinelas, esperando que suene la flauta como en la fábula del burro. Al menos durante la época anterior a la repetición de las elecciones los “lumbreras” de turno nos entretuvieron poniendo de moda dos palabras tontas de esas que a pesar de ser superfluas y carecer en absoluto de belleza alguna, triunfaron en toda tertulia política que se preciara: postureo y tacticismo. Ahora, ni eso.
El nuevo capítulo de septiembre monopoliza todas las esperanzas en que los resultados de las elecciones gallegas y vascas, como si fueran fruto de algún genio de la lámpara, vinieran a solucionar el estúpido embolado donde nos han sumido nuestra “entrañable” clase política, Por si no lo saben, sus miras están puestas en las terceras, las cuartas, las quintas... elecciones con tal que les favorezcan. De todo el mundo es conocido que PP y PSOE solo se ocupan en retorcer la realidad para buscar chivos expiatorios a quienes cargarles el muerto de las culpas de unas nuevas elecciones , que las encuestas confirman que puede que no cambien como esperan los garitos del bipartidismo.
Mientras, quienes vinimos a acabar con este vergonzoso espectáculo, comiéndonos el marrón, que diría el lenguaje popular, de procurar arrimar la espalda para remediar esto: Ciudadanos, dejándose la piel para que uno u otro gobierne; PODEMOS bajándole el listón al PSOE para que lo tenga fácil. O sea, que aquello de la “nueva política” habrá que dejarlo entre comillas, al menos por ahora.
Entre tanto el actor principal, la ciudadanía, el pueblo soberano, para mostrar su hartazgo y su hastío, y como castigo, dispuestos a dejar de votar: ¡¡¡BIEN!!! Justo lo que mejor les viene a los culpables. PP y PSOE se beneficiarán sin duda. Así que ¡¡Mucho Ánimo!!
No sirve de nada que septiembre haya sacado a la luz de los tribunales numerosos casos de los muchos que están pendientes que afectan, y de qué manera, al partido popular, aderezados con las actitudes chulescas de alguna que otra figura significativa, que como Rita, la del “caloret”, de quien Rajoy dijo que era la mejor, pasan por la actualidad despreciando a tirios y troyanos, y manteniendo su santa voluntad, dejando en anécdotas la buena voluntad de algún que otro militante del partido conservador que se esfuerza en lavar el prestigio tan desgastado por tanto sinvergüenza. Para no ser menos los ERE de Andalucía asoman y nos ha recordado, con unas peticiones de penas para los inculpados que incluso pueden parecer suaves. Aquí también cuecen habas.
Y mientras estos dos partidos, uno por las inacabables situaciones empapadas de corrupción, el PP, y otros con esa pelea cainita entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, el primero con el aparato del partido a favor y gran parte de la militancia, la segunda, con la mayoría de los barones y las viejas y caducas glorias, mantienen mejores expectativas electorales que los otros dos.
Como ven esto se parece cada vez al famoso Cuento de la Buena Pipa, interminable retahíla, que en tiempos pasados crispaba los nervios a los más pequeños y que algunos mayores narraban, con cierto sadismo, para desazón de las criaturitas.
En esas estamos, como decía la canción que ilustraba un famoso programa radiofónico y que se pasó a la competencia por obra y gracia del vil metal : “El lobito está cobrando, los borreguitos pagando...”
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es